Los grupos municipales de BNG y PP en el Ayuntamiento de Vigo votaron hoy una enmienda --en sustitución a la moción presentada por el alcalde Abel Caballero-- en la que instan a las dos cajas gallegas a llevar "a buen puerto" el proceso de fusión, sin concretar órganos de dirección ni sede de la entidad resultante.

Así, el Pleno de la Corporación viguesa --reunido en sesión extraordinaria-- dio su apoyo a esta propuesta de los nacionalistas --que contó con un total de 17 votos--, en la que se habla de una fusión "paritaria y equilibrada", en la que "Caixanova y Vigo jueguen el papel que les corresponde como motores económicos, sociales y financieros" de Galicia. En esta propuesta, no se concreta la representación de cada caja en los órganos de gobernanza ni la sede.

El alcalde defendió su moción, en la que pedía la presidencia de la nueva caja para Julio Fernández Gayoso, la dirección general para José Luis Pego, la mayoría de Caixanova en los órganos de decisión y la sede en Vigo, argumentando que la fusión debe ser liderada por la caja del Sur de Galicia, por su "demostrada solvencia". De hecho, manifestó que la entidad viguesa ya "cedió indebidamente" al permitir que el Consejo tenga representación al 50 por ciento de cada caja.

Caballero subrayó que el presidente --en alusión a Gayoso-- "no es el problema, sino la solución", y recordó que la fusión se concibió inicialmente para "arreglar un problema financiero" de Caixa Galicia. A ese respecto, cifró en unos 2.500 millones de euros la aportación necesaria para que la fusión sea viable, además de la venta de 250 oficinas de Caixa Galicia y la suma de otros activos, y advirtió de que la nueva caja "estará muy justita en términos de viabilidad".

Apoyo del grupo socialista

Finalmente, pese al llamamiento del alcalde a los concejales para que "defiendan Vigo y Caixanova" sin hacer caso de las "imposiciones" de sus partidos, no prosperó la moción que presentó. Así, Caballero sólo obtuvo el apoyo del grupo socialista, que elogió su "valentía" y recordó que, si no se hubiera parado la Ley de cajas, "hoy Caixanova habría desaparecido".

El portavoz del PSdeG, Carlos López Font, lamentó que BNG y PP "no defienden a la ciudad", y advirtió de que el pleno de hoy y la propuesta presentada por Caballero "van a marcar en la historia de Vigo quién está a favor de lo que representa Caixanova" en la ciudad.

"Afán de protagonismo"

Tanto el BNG como el PP criticaron el "afán de protagonismo" de Abel Caballero, al que acusaron de haber convocado "una farsa de pleno" para obtener "réditos electorales". Especialmente crítico fue el teniente de alcalde y socio de gobierno de Caballero, el nacionalista Santiago Domínguez, que recordó al regidor que "fue elegido para gobernar la ciudad y no para que la ciudad baile a su ritmo".

El concejal del BNG apuntó que "hace ocho meses al alcalde no le valía ninguna fusión, y ahora ya habla de proyecto conjunto", y defendió que su grupo "cree en la coherencia". Frente a esto, denunció que Caballero "perdió su credibilidad" por haber dicho que no se presentaría a las elecciones si Caixanova no continuaba sola o por haber dicho que la fusión daría lugar "a un caja enferma".

Domínguez afirmó que los nacionalistas defienden la ciudad y a Caixanova "pero no como el alcalde pretende", y lamentó que Caballero presentó la moción de hoy --que finalmente no fue votada-- "sin consensuar con nadie". "Todos se equivocan, incluido su partido y los sindicatos mayoritarios, parece que usted es el único que está en posesión de la verdad" le espetó al alcalde.

Por su parte, el portavoz del PP, José Manuel Figueroa, criticó que el alcalde "rompe todos los consensos sólo por su afán de protagonismo" y "cambia su posición según le interesa". "Deje trabajar a las cajas y escuche a la mayoría cualificada de esta Corporación", le pidió a Caballero, al tiempo que le advirtió de que "pasará a la historia por haber obstaculizado esta fusión".

Los 'populares' pidieron a Abel Caballero "que rectifique" porque "está sólo en la ciudad, en su partido y en Galicia", y señaló que sus declaraciones sobre la viabilidad de la fusión son "irresponsables" porque pueden producir "una estampida" de clientes de ambas entidades.