1 ¿Las dos cajas están igual?

Falso. Por decirlo en lenguaje políticamente correcto, y muy al gusto del Banco de España, Caixanova ha cometido en los últimos años muchos menos errores que Caixa Galicia. Ese es el punto de partida. Sin reconocer esa realidad no es posible entender nada de lo ocurrido en estos 8 meses de batalla en torno a la fusión ni tampoco lo que vaya a ocurrir. Por ejemplo resulta incomprensible la tan traída paridad y el papel desempeñado por el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez.

2 ¿Sale la fusión con los número de KPMG?

No. Las tres magnitudes básicas del informe auditor son las posibles, no las idóneas ni mucho menos las deseables. Los 1.160 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no son lo que necesitaría la fusión, sino la cantidad máxima que pueden pedir las cajas gallegas sin sobrepasar el 2% de su volumen de riesgo ponderado. Si piden más, es necesaria una autorización expresa de la Unión Europea, un filtro que complica las cosas considerablemente. Y lo mismo ocurre con las oficinas. Se cierran 230 porque son las mínimas indispensables para que Competencia acepte el mapa resultante. Los 900 excedentes de plantilla son consecuencia de ese cálculo de oficinas.

3 ¿Por qué resulta entonces viable?

Sólo con las cifras de KPMG no saldría. La Xunta lo sabe, de ahí que haya prometido a las cajas que las ayudará a capitalizarse con todos los medios que estén a su alcance, ya sea con avales o mediante cualquier otra fórmula posible. Lo ha prometido, otra cosa es que pueda hacerlo, pues sus finanzas tampoco están para tirar voladores. Los números de la fusión van muy, pero que muy justos. Si se admite su posible viabilidad es porque, complementariamente a las magnitudes de KPMG, sobre la mesa hay un plan de desinversión de nada menos que 12.000 millones de euros. Esa desinversión hace que el consumo de recursos propios se reduzca en unos 1.000 millones, aproximadamente, lo que, sumado a los 1.160 millones del FROB sitúa la fusión por encima de los 2.000 millones. En esa desinversión es crucial la venta de la red exterior de oficinas de Caixa Galcia, y aún así Caixanova puede verse en la obligación de tener que vender participaciones industriales.

4 ¿Es un chollo el FROB?

Al contrario. Es un crédito a devolver en cinco años y a un interés en torno al 8 por cierto, es decir, con unas condiciones muy duras. Por eso en todas las fusiones en marcha se intenta reducir al mínimo imprescindible el dinero a pedir a ese fondo. El FROB es, dicho llana y claramente, un fondo de rescate para entidades con dificultades. Las fusiones no son ni más ni menos que una fórmula que permite afrontar esas dificultades de una manera digna.

5 ¿Cuesta la fusión 1.160 millones?

Falso. El coste real de la fusión, entendido éste como lo que debe pagarse por la reducción de plantillas y el cierre de sedes, está en torno a los 400 millones de euros. El resto del dinero que se baraja en la fusión, es decir, esos 1.150 millones del FROB, son para capitalizar la entidad resultante, o sea, para darle dinero con el cual afrontar los problemas actuales y los que puedan venir en un futuro.

6 ¿Por qué es crucial vender la red exterior de Caixa Galicia?

Porque si no la fusión sería inviable. Cuando la Xunta dice que los números de KPMG salen no dice toda la verdad. Dice la auditora, y sostiene también la Xunta, que habrá que cerrar 230 oficinas. Sí, esas en Galicia, pero la venta de la red exterior de Caixa Galicia implica deshacerse de unas 250 oficinas más. O sea que en total sobrarán en torno a 480 oficinas. Dice la auditora, y sostiene también la Xunta, que el excedente laboral es de 900 trabajadores. Sí, esos en Galicia, más 800, aproximadamente, que se irán con la venta de la red exterior de Caixa Galicia. O sea que en total sobrarán 1.700 trabajadores. Además de quitarse ese peso en locales y personal, la venta reportará a las arcas varios cientos de millones de euros. Y prescindir de los 800 trabajadores de la red exterior no tendrán coste alguno. Por eso es una operaión para la buena marcha de la fusión.

7 ¿Cuál es el problema con la red exterior de Caixa Galicia?

Fue el propio José Luis Méndez quien puso la operación sobre la mesa para convencer al Banco de España de la viabilidad de la fusión. Dijo incluso que ya tenía comprador (el Banco Santander se quedaría con la mayoría de oficinas, aunque hay alguna otra entidad interesada). Caixanova no ve tan fácil cerrar esa operación, y, puesto que es crucial para la fusión, exige que se lleve a cabo antes de acordarla. Caixa Galicia no cierra la operación porque, efectivamente, no es tan sencillo hacerlo y, además, por las consecuencias que tendría para la entidad materializarla en este momento: evidenciaría de forma muy gráfica para la sociedad la fortaleza de una y otra caja y reduciría el tamaño de Caixa Galicia, cuando ésa, la del tamaño, es su principal arma en la negociación.

8 ¿Qué pactaron Zapatero y Rajoy?

Su reunión del miércoles en Moncloa convirtió la fusión de las cajas gallegas en un asunto de Estado. Cabría preguntarse entonces por qué se habló del caso gallego y no de otros. Sin duda porque la dimensión del problema lo hace estatal. Ese día acordaron, que se sepa, presentar en tres meses una nueva Ley Orgánica Reguladora de las Cajas de Ahorro (Lorca), una vieja demanda del sector. La nueva Lorca persigue despolitizar las cajas y permitirlas capitalizarse a través de cuotas participativas que resulten más interesantes para el inversor, es decir, que confieran representación en los consejos. Desde Galicia caben más lecturas. El pacto de Zapatero y Rajoy para aprobar en tres meses una nueva Lorca supone de hecho enterrar la polémica Lei de Caixas gallega, tal y como exigía el PSOE para apoyar una fusión. La ley gallega, con la que Feijóo pretendía imponer a Caixanova la fusión, está pendiente de recurso en el Tribunal Constitucional. Para cuando el recurso se vea, tendría que haber ya una nueva Lorca, a la cual debe adaptarse la norma gallega. O sea, hoy por hoy la Lei de Caixas de PP y BNG es papel mojado.

9 ¿Por qué cambia de opinión el Banco de España?

Es la pregunta del millón y muy pocos saben la respuesta. No es descabellado pensar que el cambio en el contexto económico nacional e internacional ha tenido su influencia. Hace un año, el banco emisor contemplaba la posibilidad de intervenir una caja de ahorros con recelo, lógicamente, pero ni la descartaba ni le asustaba. Hoy, con el mundo pendiente de la solvencia financiera de España, una intervención se antoja muy peliaguda. La adoptaría, claro está, si no queda más remedio, pero si se puede evitar, mejor. Por eso y por las gestiones del Partido Popular al más alto nivel. Mariano Rajoy, que tan reacio se mostró hasta ahora hacia una fusión de cajas gallegas, al final se ha mojado. ¿Por convicción o para evitar lo que el PP gallego considera que sería un revés político grave? Él sabrá. El hecho es que el propio Feijóo ha conferido públicamente a Rajoy la condición de salvador de la posible fusión. Sin duda ha habido cambio de cromos con el gobierno central. Se aparca la Lei de Caixas y, haciéndose como se hizo, es decir, en Madrid y envolviéndolo en un pacto nacional, Feijóo resuelve la papeleta sin agraviar a sus aliados del BNG. La disponibilidad o no de Caja Madrid a seguir adelante con sus planes de un SIP con Caixa Galicia era otro elemento capital para el Banco de España.

10 ¿Qué esconde la paridad?

Una mayor debilidad de Caixa Galicia. La entidad con sede en Coruña es 1,4 veces mayor que Caixanova, y, sin embargo, desde el primer momento puso sobre la mesa que la fusión sería paritaria, es decir, al 50 por ciento. Sus gestores, y la Xunta, han intentado venderlo como una muestra de generosidad, pero la realidad es mucho más prosaica. Ocurre que en esto el tamaño tampoco lo es todo. Ledman Brothers era uno de los mayores bancos del mundo cuando quebró. Hay que ser grande, sí, pero con eso no es suficiente

11¿Por qué se va José Luis Méndez?

Él ha dado una explicación. "No quiero ser ningún estorbo en la fusión". Eso es lo que ha dicho repetidamente en privado y en el propio consejo de administración de Caixa Galicia. En un diario próximo a él se ha publicado otra: José Luis Méndez no puede ocupar ninguna presidencia porque, en su condición de director general, no es miembro nato del consejo de administración. Y comparó su situación con la de José Luis Pego, el director general de Caixanova. Pero Pego va a continuar, y nada menos que como director general, es decir, como máximo ejecutivo, de la futura caja fusionada. Méndez ha ido, además, perdiendo protagonismo no ya en la futura entidad sino incluso en las negociaciones. A las reuniones claves asistían siempre él y Gayoso. En cambio, a la última mantenida con el Banco de España, la más rimbombante y en Santiago, ya no asistió. El mes pasado, en mitad de la batalla, Caixa Galicia nombró a Javier García de Paredes como director general adjunto ejecutivo, es decir, como número dos y claro sucesor. En medios financieros y políticos son bien conocidas las desavenencias de Méndez con el Banco de España. En el ámbito personal y también en el de la gestión. Y ahí es donde hay que buscar la explicación a su papel en esta historia.

12 ¿Por qué hay consenso respecto a José Luis Pego?

Porque su nombre lo ha dado el Banco de España. Ésa es la razón. El banco emisor confía más en el equipo gestor de la entidad con sede en Vigo que en el de la caja con sede en Coruña. Cuando admitió la posibilidad de una fusión puso como condición que se liderase desde el sur y sobre la mesa dejó el nombre de Pego como director general de la hipotética entidad fusionada. Dejar la dirección general de la futura caja en manos de Caixanova no es, así pues, ninguna cesión de Caixa Galicia ni de la Xunta. Es una premisa del Banco de España.

13 ¿Tendremos la quinta caja de España?

Falso. La caja resultante no será la suma de Caixa Galicia y Caixanova, sino bastante menos. Es decir, uno más uno no darán como resultado dos, sino uno y medio, en el mejor de los casos. Entre otras razones porque habrá que hacer esa desinversión de 12.000 millones de euros. Eso sí, estará entre las diez primeras, lo cual no es poco. Pero es un error interesado darle el tamaño resultante de la suma de ambas.

14 ¿La fusión garantiza una caja gallega?

De momento, sólo de momento. La incertidumbre respecto a la evolución de la situación económica no sólo española sino mundial hace imposible cerrar un escenario a medio plazo. El propio Feijóo ha dicho que se trataba de superar el primer corte, de prepararse para lo que va a venir. También se ha dicho que la fusión podría ser una forma de engordar la caja gallega para que luego se la coma otra, y en concreto se ha citado a Caja Madrid. Nadie lo puede saber.Se da por hecho que en cuatro o cinco años, si no antes, las cajas acometerán nuevas fusiones. Por eso ha sido una torpeza empecinarse en los números de KPMG, sin luchar por otro tipo de ayudas (la Xunta ha dicho que dará las que pueda). Porque la viabilidad de la fusión va tan justa tan justa que impone respecto mirar la solvencia y la fortaleza de la entidad resultante. Los futuros gestores de la caja son conscientes de que tendrían ante sí una tarea ingente.

15 ¿Ha sido neutral la Xunta?

No. Su postura ha coincidido sistemáticamente con las de Caixa Galicia. Podría considerarse hasta cierto punto lógico puesto que ambas querían desde un primer momento la fusión, mientras que Caixanova la rechazaba. Incluso aprobó una ley para echar a quines se oponían a ella. Pero ahora, que la fusión ha desbrozado buena parte del camino a recorrer, cuando ya no se trata tanto de fusión sí o fusión no sino de fusión cómo, sigue sin desmostrar su imparcialidad.

16 ¿Se agota el tiempo?

Sí. "Cada día que pasa urge más (la fusión)", decía el jueves el presidente de la Xunta. El plazo para recibir fondos del FROB termina el 30 de junio, y el proceso es largo y complicado. Se necesita más de un mes para cerrar el protocolo de fusión, recibir el visto bueno de la Xunta y el Banco de España y tramitar la petición de ayudas ante el organismo regulador. Pero, además, las cajas, prácticamente todas, siguen arrastradas por la crisis económicas. Hasta el punto de que para algunas el tiempo, efectivamente, se acaba. Si la fusión fracasase alguien tendría que tomar otras medidas.

17 ¿Está la fusión en la recta final?

Sí. Nunca estuvo tan cerca, aunque aún puede fracasar. Los principales obstáculos están superados. Queda visualizar el liderazgo de Caixanova de forma asumible para todos. Si las dos cajas son capaces de pactar antes del martes un reparto de poder que someter ese día a sus respectivos consejos de administración, la fusión será una realidad.

18 ¿Cuál es la clave del liderazgo?

El éxito de la fusión radica en garantizar la eficiencia y fortaleza de la entidad resultante. Lo que los futuros gestores de una hipotética caja única deben conseguir es robustecerla para que se tenga en pie en un escenario económico y financiero que se prevé muy difícil. Y hacerlo lo más pronto posible. Para eso hay que tomar decisiones, es decir, poder mandar. De ahí que Caixanova exigiese mayoría en el consejo y de ahí también que finalmente haya aceptado la paridad a condición de que el presidente tenga voto de calidad, es decir, que pueda desempatar en un consejo cuyos miembros estarán, en principio, muy distantes en sus posturas.

19 ¿Es Gayoso el problema?

Falso. La Xunta y el "lobby" coruñés se empecinaron en que él era el único obstáculo para la fusión, cuando la realidad es que en el consejo de Caixanova y en su entorno existen posturas más radicales, y con el acoso a su persona lo han convertido en un símbolo. El Banco de España ve bien que asuma la presidencia durante un periodo transitorio que jamás se ha planteado de diez años. Así que de ahí que quepa hacerse la pregunta de otra manera: ¿cuál es entonces el problema verdadero? El problema es que el "lobby" coruñés ha decidido fabricarse la historia de que su continuidad es una afrenta, quizá como contraposición a alguna ausencia inexplicada. Y esa es la pregunta número 20 y última, aún sin respuesta: ¿Resistirán quienes tienen que hacerlo o cederán ante las presiones del "lobby" coruñés?. La contestación se conocerá, muy probablemente, en cuestión de horas, sin duda esta misma semana.