El malestar generado por las irregularidades detectadas en las oposiciones a la Xunta ha forzado nuevas renuncias. Ayer dimitieron en pleno los diez miembros del tribunal que evaluaba las pruebas a las que concurrían los dos jefes de servicio del departamento que dirige Marta Fernández Currás.

Su renuncia se produce después de descubrirse que estos dos cargos de Facenda no sólo aspiraban a una plaza sino que también formaban parte de la comisión que evaluaba los exámenes. Primero abandonaron el tribunal los dos implicados, pero la asunción de responsabilidades por la polémica generada en torno a este caso no se quedó ahí y ayer renunciaron el resto de miembros del tribunal.

La Xunta defendió en todo momento que es "legal" que una persona que aspire a una plaza en la Administración pública pueda estar también en el tribunal de las oposiciones. A pesar de ello, la titular de Facenda, Marta Fernández Currás, aceptó ayer la renuncia presentada por el tribunal de las pruebas "para evitar dudas y suspicacias" en torno al proceso, según informaron fuentes de la Consellería. La dimisión se hizo pública en el Diario Oficial de Galicia.

Según Facenda, la renuncia en bloque de los miembros de la comisión que evalúa las pruebas no afectará al desarrollo de las oposiciones. Pero el tribunal, que ahora dimite, se encargó de puntuar ya todos los exámenes que se realizaron desde principios de año. De hecho, sólo queda pendiente una prueba para completar el proceso de selección. La próxima semana se designará a los nuevos miembros del tribunal.

Los dos jefes de servicio de Facenda formaban parte del tribunal de las oposiciones al cuerpo superior de la Administración –subgrupo A–. Estos dos cargos se encargaban de cualificar las pruebas de aquellos que concurrían por la vía de acceso libre, mientras que otra parte del tribunal evaluaba a los aspirantes que, como ellos, optaban a una plaza mediante promoción interna.

Después de que dejarán su puesto en el tribunal, desde el PSOE ya se había alertado de la "irregularidad" que suponía que como opositores fueran juzgados por el mismo presidente que fue su compañero en el comité de evaluación de las pruebas y reclamaron el cese del director xeral de Función Pública.

Ante las sospechas crecientes sobre las irregularidades en estas oposiciones, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, avanzó que la Xunta reformaría las instrucciones que rigen los procesos selectivos a la Administración para darles mayores garantías.

Desde la Consellería de Facenda se admite que el hecho de que una misma persona esté en el tribunal que evalúa los exámenes y concurra como aspirante a una plaza puede generar "suspicacias" y con esa premisa está estudiando una reforma del sistema de oposiciones, aunque no concreta cuando se pondrá en marcha ni qué cambios se introducirán.

El caso de Facenda no es el único que ha enturbiado unas oposiciones. En el Sergas, el PSdeG ha denunciado que una subdirectora xeral filtró exámenes a dos de sus familiares, que fueron los que obtuvieron las mejores notas en las pruebas. La directora xeral de Recursos Humanos del Sergas ha pedido comparecer a petición propia en el Parlamento para aclarar que no se produjo ninguna irregularidad en el proceso.