Por primera vez desde el comienzo de la polémica, todos los protagonistas del culebrón sobre el futuro del sector financiero gallego coinciden en algo. Que la situación hoy no tiene nada que ver con la que había hace un año. Ni siquiera hace un par de meses. Los acontecimientos se han precipitado en las últimas horas, con otro escenario promovido por el Banco de España y la propia Xunta y totalmente distinto al que el Gobierno autonómico puso encima de la mesa en noviembre y diciembre pasados con la auditoría. El organismo regulador ha pedido a Caixanova que estudie la viabilidad de una operación con Caixa Galicia, pero con ella al frente, y la Xunta ha puesto en marcha las conversaciones. Que mire los números, al margen ya del discutido informe de KPMG con el que hasta ahora San Caetano daba por probada la solvencia de la unión. No es ni siquiera un proyecto en firme, sólo una posibilidad. De hecho la entidad viguesa ha atendido la petición, pero mantiene como primera opción seguir su propio camino de la mano de un Sistema Institucional de Protección (SIP).

De entre los contactos de las últimas semanas, destaca el encuentro de este pasado sábado entre Marta Fernández Currás, el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez. Una convocatoria muy madrugadora, que salió de la conselleira, a las ocho de la mañana, y después de un festivo. En ella, la titular de Facenda se hizo eco de las conversaciones con el responsable supervisor del sistema financiero, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, para proponer un planteamiento que prácticamente todos los implicados señalan como inédito. El termino "objetivo" parece desbancar a la famosa expresión de "equilibrada y paritaria" con la que el Gobierno gallego presentó la operación que perseguía.

Y oficialmente es la misma defensa que en la Xunta siguen haciendo del proyecto, "igualitario y paritario", insiste Fernández Currás. Antes de entrar en el Consejo de Política Fiscal celebrado ayer, la titular de Facenda explicaba que los contactos con ambas entidades "son continuos". "La relación normal que corresponde a un supervisor con las cajas de su comunidad", asegura Fernández Currás. "Que todos los agentes implicados estén a la altura –añade– y la solución sea finalmente una gran caja gallega solvente". El requisito con el que el gobernador del Banco de España advirtió para condicionar su apoyo. Fue el mensaje de su intervención en Vigo, el de que la medición de la solidez de una operación le correspondía a él y "no a los gestores de las cajas, los políticos o el informe de una empresa". En el entorno de la caja coruñesa hablan de una fusión "socialmente equilibrada". Su primera opción de futuro.

En lo que no entran en Facenda es a confirmar la reunión del sábado. "No nos consta", zanjan en el gabinete de la conselleira, pese a que sí lo hacen altos cargos del PPdeG. y del PSdeG. Si la semana pasada supone un antes y un después de los hilos que se manejaban para tejer el futuro del sistema financiero gallego, lo que queda de ésta y los siguientes serán fundamentales.

En paralelo está el conflicto con la ley de cajas y los efectos que podría tener en caso de que llegaran a desbloquearse los once preceptos impugnados por el Constitucional y que supondrían, entre otros cambios, un nuevo reparto de las Asambleas y Consejos y el refuerzo del control de la Obra Social por parte de Facenda. El Congreso vota hoy una moción del BNG para instar al Gobierno a retirar el recurso. A última hora de la tarde de ayer, los socialistas no estaban convencidos de contar con el suficiente apoyo parlamentario para rechazarla.

PP y BNG de Vigo rechazan defender que "Caixanova se mantenga con sede en la ciudad"

Populares y nacionalistas votaron ayer en el Concello de Vigo una moción presentada por el Bloque para adherirse al manifiesto "Galicia ten dereito" impulsado por la Xunta, con el apoyo de los tres sindicatos mayoritarios y la Confederación de Empresarios de Galicia, en favor de la fusión de las cajas gallegas a fin de "tener un sistema financiero al servicio del país". Ambas formaciones se aliaron en el pleno de la Corporación para tumbar la enmienda del alcalde Abel Caballero en la que pedía el respaldo al acuerdo adoptado por el Consello Social de la ciudad el pasado 28 de enero. Este declaraba el "apoyo a la defensa de la permanencia de Caixanova y sus órganos de gobierno en Vigo, manteniendo su solvencia y su galleguidad".

Caballero exigió "respeto" a la decisión que adopte Caixanova y defendió que la entidad puede llevar adelante su proyecto. La fusión, señaló, busca "resolver un grave problema financiero del norte". También reiteró que la Lei de Caixas aprobada en el Parlamento por PPdeG y BNG es "manifiestamente anticonstitucional", y agregó que la representación del Ayuntamiento es "barrida" con la aplicación de esta normativa.

El teniente de alcalde, el nacionalista Santiago Domínguez, aseguró por su parte que la integración de las dos cajas gallegas "es la condición para mantener la galleguidad", y señaló que "es el Gobierno central el que no permite a Caixanova seguir en solitario, al establecer un criterio de tamaño para la continuidad de las cajas". El portavoz del PP, José Manuel Figueroa, defendió el "trabajo riguroso y técnico" elaborado por la Xunta, y defendió que la fusión será "igualitaria y paritaria".

Vázquez: "Hay movimientos clave que van en el sentido opuesto a lo que querían Feijóo y Currás"

"Hay movimientos clave en la Xunta y en las cajas", aseveraba ayer por la tarde el secretario xeral de los socialistas gallegos, Manuel Vázquez, quien añadía en rueda de prensa: "En los últimos dos o tres días están pasando cosas que van diametralmente en el sentido opuesto a todas las propuestas de Feijóo y de la conselleira de Facenda", en alusión a la fusión paritaria e igualitaria que impulsan desde hace meses, pese a la negativa de Caixanova.

El líder del PSdeG recordaba ayer que él siempre defendió que "hablar era clave" y que el futuro de las entidades financieras pasaba por un acuerdo de las mismas, e invitaba a los periodistas a "preguntar al Gobierno de Feijóo qué está pasando", pero pese a la insistencia de los medios de comunicación, decidió no abundar en el tema por "el sigilo" que debe caracterizar este proceso.

Reunión más explícita

Mucho más explícito fue por la mañana en una reunión con diputados en el Parlamento, ante los que aseveró que el sábado por la mañana la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, se reunió con el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y la propuesta que se puso encima de la mesa fue una fusión de las dos cajas gallegas, pero ahora "pilotada" por la entidad del sur.

Vázquez explicó a sus hombres de confianza, en una sesión de trabajo en la que también abordaron el fallido pacto por la Lei do Solo, el estado actual de las negociaciones sobre el futuro del sector financiero. En versión socialista, la Xunta "retoma" el diálogo con las cajas y pide a Caixanova que analice la propuesta de una fusión liderada por ella, y ésta "mirará si le interesa o no".

En la reunión estaban presentes el vicesecretario de la Mesa del Parlamento y hombre fuerte del PSOE en Lugo,Ricardo Varela; el líder de los socialistas en Pontevedra, Modesto Pose; y el diputado por Vigo, Abel Losada. El portavoz de los parlamentarios socialistas, Xaquín Fernández Leiceaga, y la portavoz de la executiva del PSdeG y diputada por A Coruña, Mar Barcón, se unieron a la sesión de trabajo, después de asistir en la Xunta a una reunión sobre la Lei do Solo.