El personaje central del Gatopardo acuñó una sentencia que ha pasado a la historia para describir cómo el establishment puede mantener el poder incluso después de promover reformas políticas radicales. "Que todo cambie para que todo siga igual", escribió Giuseppe Tomasi Di Lampedussa. Esta máxima han seguido los parlamentarios después de la tormenta generada tras la confesión de algunos de ellos de haber percibido dietas de forma irregular.

La Cámara aprobó ayer un nuevo sistema de indemnizaciones que sigue confiando "en la buena fe" de sus señorías, según confiesan fuentes parlamentarias. A partir de ahora, cada diputado deberá solicitar el pago de la dieta por escrito cada vez que participe en un acto parlamentario y no la recibirá de forma automática, como hasta ahora.

Por acudir a cada sesión, reunión del grupo parlamentario o comisión el diputado recibirá el pago de 0,27 euros por cada kilómetros recorrido desde su lugar de residencia, excepto aquellos diputados que hayan renunciado a ello por vivir en Santiago o sus alrededores, como el socialista Xaquín Fernández Leiceaga o la popular María Seoane.

El nuevo sistema fue aprobado por unanimidad de la Mesa del Parlamento y entrará en vigor a partir de la próxima semana, pero no evitará hechos como el que generó esta polvareda política: el popular Antonio Rodríguez Miranda compartió vehículo con su compañero José Manuel Baltar y cobró como si hubiese usado el suyo. A partir de ahora, servirá para cobrar la dieta una solicitud que no necesitará comprobación alguna. La palabra de los diputados, como hasta ahora, será suficiente garantía. "La diferencia es que antes tenías excusa, pero ahora tendrías que tener voluntad de defraudar", explica diputado.

El reglamento vigente hasta ayer, sin embargo, ya permitía a los diputados hacer valer su honra y renunciar a una dieta en caso de compartir coche de forma puntual. Los servicios jurídicos del Parlamento se niegan a revelar si alguno lo ha realizado porque vulneraría la ley de protección de datos.

¿Sabes cuántos viven aquí?

La reforma, aplaudida ayer por PP, PSde y BNG, matiza también la utilización de taxis para desplazarse en lugar del vehículo propio, después de que la socialista Laura Seara, actual directora del Instituto de la Mujer, fuese acusada por el PP de cobrar por viajes no realizados sin contar siquiera con carné de conducir.

A partir de ahora, los diputados que carezcan de licencia podrán pasar como gasto el ticket del taxi, aunque éste nunca podrá superar la cantidad que recibirían en caso de usar vehículo propio. Este sistema es el utilizado ya en otros parlamentos como los de Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Castilla y León, la Rioja y Valencia.

El revuelo causado con este tema ha infundido temor en algunos diputados, a los que incluso compañeros de partido señalan con el dedo para recordar que su comportamiento respecto a las dietas resulta más que discutible. "¿Sabes cuánta vive en Santiago y declara hacerlo fuera?", ironiza una diputada sobre miembros de todas las formaciones. Ninguno de los tres partidos tiene constancia de que alguno de sus diputados haya notificado un cambio de residencia para percibir menos dietas.