Un año perdido en el que se han generado más problemas que soluciones. Así ven PSdeG y BNG el primer año de gobierno popular en la Xunta un año después de que el PP obtuviese mayoría absoluta, victoria que todos los grupos gallegos recordaron ayer.

La portavoz del PSdeG, Mar Barcón, aconsejó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que "deje de ser el problema" y aporte soluciones para resolver los problemas existentes, en especial el incremento del desempleo. La situación, aseguró la socialista, "es mucho peor" que en 2009.

Como aspecto más negativo, denunció la "parálisis" en la Administración con la "ineptitud" de ciertos conselleiros y la anulación de la contratación de obra pública. A esto sumó la "ruptura de consensos" en cuestiones, como el idioma, que "nunca habían estado en el debate".

Más duro se mostró el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, que resumió en "promesas no cumplidas, destrucción de empleo, privatizaciones y balance muy negativo en autogobierno e identidad gallega" este primer año.

Recordó que Feijóo prometió acabar con la crisis "en 45 días" y la cifra de parados ha aumentado en 35.000 personas. En este terreno, criticó la aprobación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Caramelo y "después subvenciona con cinco millones su internacionalización, es decir, su deslocalización". También bramó contra la privatización de centros de día por parte de la Consellería de Traballo.

Una visión opuesta es la ofrecida por el portavoz parlamentario del PPdeG, Manuel Rivas, que aplaudió las "medidas oportunas" tomadas por Feijóo a pesar de la dificultad de la crisis económica.

Tras alabar la política de austeridad de la Xunta popular, destacó que ahora se utiliza el dinero público no para sufragar los gastos de la Administración sino para mejorar el bienestar ciudadano.