La ley gallega de comercio vigente en la actualidad data de 1998. Desde entonces, el comportamiento de la oferta y la demanda ha evolucionado y la aparición de nuevos formatos comerciales,muchos de ellos importados de otros países,obligan a adaptar la normativa a la realidad de cada comunidad. La afluencia de grandes superficies, con la concesión de los permisos que este fenómeno conlleva,es uno de los capítulos más complicados que ha de quedar reflejado en la nueva regulación del sector.Complicado porque confluyen las directrices de Bruselas de caminar hacia un sector plenamente liberalizado y las necesidades de cada autonomía para dibujar su mapa comercial, conjugando la implantación de centros de venta, servicios y ocio con la actividad del pequeño comercio.Una de las modificaciones que la Consellería de Economía e Industria introducirá en la nueva ley es el control,por parte de la Administración autonómica,de las licencias para los establecimientos de más de 2.500 metros cuadrados, teniendo en cuenta el impacto urbanístico y medioambiental; criterio que dificultará la ubicación de más superficies comerciales en centros urbanos.