El PP impuso su mayoría ayer en el Parlamento para evitar la reprobación del conselleiro de Cultura, Roberto Varela, por sus declaraciones en las que se refería a la cultura gallega como "acomplejada y ensimismada". El BNG había pedido una reprobación política, iniciativa a la que se sumó el PSOE, por considerar que sus palabras constituyen una claro ejemplo de "desprecio" hacia la cultura de Galicia. La propuesta no prosperó al entender el PP que las palabras del conselleiro fueron "tergiversadas", por lo que los dos grupos de la oposición insistieron en reclamar el cese o la dimisión de Varela.

"Jamás pensé en dimitir y no voy a dimitir", les replicó el conselleiro en cuanto tuvo ocasión.

"Trajo de Nueva York un equipaje lleno de complejos y prejuicios hacia nuestro país", censuró la diputada nacionalista Ana Patón en la defensa de la proposición no de ley para reprobar al conselleiro, para sostener que una persona con estos sentimientos hacia la cultura gallega "no debería seguir en la consellería". Tras esto, se preguntó qué pasaría si los responsables de Medio Rural o Pesca dijesen que los productos agrarios o pesqueros gallegos son "de mala calidad".

Con la nacionalista coincidió el portavoz de Cultura del PSOE, Francisco Cerviño, quien concedió a Roberto Varela la "medalla de plata" de acumulación de mayor "consenso en contra". "La medalla de oro es para el conselleiro de Educación, por supuesto", espetó, tras interpretar que entre las características del presidente de la Xunta no está la de saber "crear equipos".

En su turno de intervención, la diputada del PP Natalia Barros censuró la "tergiversación" que se ha hecho, por parte de los grupos de la oposición, de las palabras del conselleiro. Así, frente a este intento de "denostar su imagen", destacó su "compromiso" y su "orgullo" al promocionar la cultura, las industrias y los creadores gallegos", zanjó.

La sesión parlamentaria se abrió ayer con el careo entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y los portavoces del PSOE, Manuel Vázquez, y del BNG, Carlos Aymerich. El dirigente socialista acusó al presidente de lograr una marca histórica en Galicia al llegarse a los 231.000 parados y no de hacer nada para combatir el desempleo a pesar de figurar como una de las prioridades en el "contrato" con Galicia que Feijóo firmó al inicio de la campaña electoral y en el que se recogían los ejes de su programa. "Su contrato sólo sirve para una cosa, para romper. Usted engaña a Galicia y a los parados", dijo Vázquez, y acto seguido desde su escaño rompió una fotocopia del decálogo firmado por Feijóo.

El presidente le replicó que mientras en el último año del bipartito el paro aumentó en 51.000 personas, en los once meses que lleva en el Gobierno se destruyeron 11.000 empleos. En todo caso, Feijóo mantiene la creación de puestos de trabajo como su prioridad y acusó a Zapatero de ser el verdadero responsable del paro.

Y Aymerich reprochó al presidente de la Xunta la ausencia de una programación clara del Xacobeo, a lo que Feijóo respondió que dispuso de muy poco tiempo para organizarlo, porque el bipartito no dejó nada preparado, pero que aún así se han conseguido 18 millones de euros en patrocinios privados.

La reforma del Estatuto también se debatió en el pleno, porque PSOE y BNG quieren reabrir el debate para actualizarlo. Pero el PP anuló cualquier posibilidad al argumentar que el actual clima de "desconfianza" que existe entre los grupos parlamentario hace imposible llegar a un "consenso".