La conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, aseguró hoy que la "culpa del fracaso" en la negociación de la Ley de Cajas de Galicia no es de la Xunta sino de "un partido --en referencia al PSOE, al frente del Gobierno estatal-- que optó por beneficiar a otras comunidades", como "ya hizo", recriminó la dirigente política, en el debate del nuevo sistema de financiación autonómica.

"Usted fue su socio e igual tiene más capacidad para convencer a los socialistas para que cambien de actitud", advirtió Mato al diputado del BNG Fernando Blanco, quien la interpeló en la Cámara autonómica sobre las medidas que planteará la Xunta para hacer frente a la crisis económica y reflotar el empleo.

En consonancia con la postura que mantuvo por la mañana el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, la responsable de Traballo cargó contra el Gobierno central, al que responsabilizó de la falta de un acuerdo global sobre la Ley de Cajas, un día después de la reunión bilateral que tuvo lugar ayer en Madrid, y también de la actual situación económica.

"No fueron los diputados del PP ni este Gobierno los que hablaron de un plus de resistencia, de la 'Champions League' o de brotes verdes que no se ven por ningún lado", advirtió la conselleira, quien defendió la labor de la Xunta y aseguró que el crecimiento del paro en la comunidad "se está conteniendo", aunque admitió que los datos no son óptimos. Así, aludió a la "triste realidad" de que la tasa de paro en Galicia creció "un 0,66 por ciento", pero contrapuso la cifra con el "1,5 por ciento" que aumentó en el conjunto estatal.

En la misma línea, Mato reivindicó los resultados de la "austeridad" del Gobierno económico, de los 1.200 millones de euros que se "reorientaron" a través del plan de choque y el logro de cerrar el ejercicio presupuestario correspondiente a 2009 con "estabilidad presupuestaria" pese a los "agujeros" del bipartito. "Este Gobierno cumple sus promesas y consolidó puestos de trabajo en la automoción y en infraestructuras", añadió.

"Diputada del PP"

Muy crítico con la intervención de la conselleira, Fernando Blanco la acusó de desplazarse al Parlamento autonómico para ejercer como "diputada del PP" en vez de aportar la información que solicita la oposición en su labor de control y denunció que la Xunta "no da respuestas ni en micro ni en macroeconomía". "Buscan culpables en todos lados, cuando ustedes son los responsables de gobernar el país", advirtió.

Con esta visión coincidió el diputado socialista José Tomé Roca, quien resumió la política económica de la Xunta en la "política del titular" antes de denunciar la "incompetencia gestora y la vagancia de algunos miembros del Gobierno". "Llevan un año intentando engañar a la oposición y a la sociedad e intentando culpar de todo a la herencia del bipartito y a Zapatero", reprobó e instó a la Xunta a "empezar a decir la verdad".

Frente a las críticas de la oposición, Mato volvió a defender el trabajo del Gobierno y aseguró que lo que busca la Xunta "no son culpables sino medidas para hacer frente al desempleo", convencida de que a PSdeG y BNG les "escuece" su gestión y su apuesta por el diálogo social. "Lo que hacemos es trabajar con rigor y generar confianza, que es lo que hace falta ahora al pueblo gallego y al español", concluyó.

"Hundimiento general"

Por su parte, el diputado del PPdeG Pedro Arias respaldó la gestión de la Xunta y levantó la polémica en el hemiciclo con una encendida intervención en la que aseguró que en España "no se salva ni Dios" de la actual situación económica "porque lo endeudaron --al Estado--" y llamó a sustituir el Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero. "O se cambia el Gobierno o esto es el hundimiento general", proclamó.

En su intervención, Arias incidió en la idea de que Zapatero es el principal responsable de la crisis y aseguró que España es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) "más endeudado". "Y quien lo endeudó, *Feijóo? La culpa es de Zapatero y de sus aliados", advirtió el diputado 'popular', entre gritos de "mentira" procedentes de las bancadas socialistas.

"`Yo no miento nunca!", clamó Arias, mientras que el diputado socialista Francisco Cerviño le sugería desde su escaño que "igual no miente, pero se equivoca". "Yo soy falible, pero ustedes son unos censores, detestan el rigor y a quien les lleva la contraria", replicó Arias --antes de recordar la supuesta "censura" a su libro sobre el 'Prestige'-- y contrapuso esta actitud con la "solvencia y rigor" del actual Gobierno.

La intervención de Pedro Arias, a quien Cerviño le diagnosticó "Cope en vena", provocó previamente el abandono del hemiciclo de los diputados del BNG --a excepción de Fernando Blanco, autor de la interpelación-- molestos por la decisión del parlamentario de utilizar el castellano en el hemiciclo.