La apuesta del Gobierno gallego por impulsar el conocimiento de una lengua extranjera se extiende a la Formación Profesional. El borrador de decreto sobre FP que prepara la Consellería de Educación abre la puerta a que determinados módulos –que se pueden definir como áreas de conocimiento o asignaturas– puedan impartirse íntegramente en inglés o francés. No hay, sin embargo, ninguna mención a la lengua gallego.

El decreto aún vigente del bipartito sobre el idioma en la enseñanza, que la Xunta prevé derogar en breve, obligaba a que el módulo de orientación laboral se enseñase en gallego. Esta normativa será sustituida por el decreto del plurilingüismo que ultima Educación y en el que se suprime la obligación de impartir esta materia en la lengua autóctona. La ordenación específica sobre FP, que ayer se debatió con los sindicatos, tampoco fija ningún cupo para este idioma en los ciclos formativos.

Ésta cuestión es una de las principales críticas de las organizaciones sindicales al borrador de decreto sobre Formación Profesional. "Es inadmisible que se quieran impartir módulos en lengua extranjera con carácter generalizado y no haya ninguna referencia al uso de nuestro idioma", critica Anxo Louzao, de la CIG. Por su parte, Comisiones Obreras considera que es "positivo" potenciar el inglés en la FP pero advierte "que ha de impartirse en unas condiciones adecuadas".

Las organizaciones sindicales ya habían mostrado sus reticiencias a la intención de la Consellería de Educación, plasmada en el decreto sobre plurilingüismo, de impartir un tercio de las asignaturas de Primaria y Secundaria en inglés, lo que obligó al departamento de Jesús Vázquez a matizar su propuesta y advertir que se trataba de un objetivo a largo plazo.

Las pegas que pusieron tanto sindicatos como otros colectivos de la enseñanza es la falta de recursos y formación del profesorado para llevarlo a cabo. Aún así, la Consellería de Educación trasladó su apuesta por el inglés a la Formación Profesional. "Promoveremos acciones encaminadas a mejorar las competencias lingüísticas del alumnado", explicaron desde el departamento de Jesús Vázquez tras la reunión con las centrales sindicales.

La nueva regulación de los ciclos formativos mantiene además los ratios de alumnos por profesor que existían hasta ahora: 30 estudiantes por aula. Los sindicatos, sin embargo, consideran que debería aprovecharse esta nueva ordenación para rebajar el cupo y contemplar la posibilidad de que en aquellos módulos de especial peligrosidad se pudiera incluso desdoblar al alumnado en dos mitades para garantizar mejor su seguridad.

A pesar de que, en general, en la enseñanza un mayor número de profesores suele ser sinónimo de más calidad, en la FP no se aplica el mismo criterio. El borrador de decreto de Educación estipula que por cada módulo profesional debe haber sólo un profesor y que "el número de docentes del centro debe ser el menor posible". La justificación es que, de esta manera, se favorece "la coordinación, la cohesión y la integración de los contenidos y de las actividades".

Este criterio ya se venía aplicando actualmente. Sin embargo, el nuevo decreto sí que introduce novedades en el sistema de acceso a la FP para aquellas personas que no dispongan de la titulación requerida. Educación organizará cursos de preparación para que los alumnos que no sean titulados en Bachillerato o Educación Secundaria puedan realizar una prueba que les permita entrar al ciclo formativo deseado. La cualificación que obtengan en este curso preparatorio se tendrá en cuenta, junto a la del examen de acceso, para calcular la nota media que se usará para determinar qué alumnos entran al ciclo formativo y quienes se quedan a las puertas.