Las tres universidades gallegas dejan aparcadas sus rencillas –siempre "puntuales", como los propios rectores calificaron– y unen sus fuerzas en una iniciativa que definen como "histórica". En el acuerdo sin precedentes que presentaron ayer los tres responsables universitarios, la palabra clave es "cooperación". La filosofía del acuerdo "más importante desde que existe el Sistema Universitario Galego en materia de cooperación" es compartir docentes e instalaciones y trabajar conjunta y "ordenadamente" con un objetivo: lograr una mayor competitividad.

Aunque los detalles concretos llegarán dentro de unos días, a principios de febrero, las premisas están claras y pasan por compartir recursos en el ámbito científico y tecnológico, pero sin que ello suponga una "pérdida de la identidad y de las características" de cada institución, como matizó el rector de A Coruña, José María Barja, quien argumentó que el "momento económico" actual obliga a este movimiento.

En el futuro, esta coincidencia en apuntar a "una mayor eficacia y eficiencia" podría suponer incluso la oferta compartida de ciertos títulos de grado, tal y como reconocieron los responsables de las tres instituciones ayer en Santiago. "La oferta docente universitaria de calidad exige cada vez de más y mejores recursos, de un profesorado con un nivel muy alto de formación y competencia y de títulos de grado cada vez más versátiles y con enfoques inter y multidisciplinares", explicaron.

Tanto Senén Barro, rector de Santiago, como Barja y el rector de Vigo, Alberto Gago, coincidieron en la necesidad de apuntalar los puntos fuertes de cada universidad y apoyarse mutuamente. "Cada una de las universidades gallegas tiene ámbitos de intensificación y de especialización de su actividad de I+D+i en los que resulta especialmente competitiva y potencialmente de excelencia",comparten los rectores. En el caso de Vigo, las capacidades sobresalen en el campo del medio marino, mientras que en A Coruña destaca la edificación y la construcción sostenible; y en Santiago, las ciencias y tecnologías de la vida, según detallaron los propios rectores.

Aprovechando las sinergias, las tres universidades concurrirán unidas a la próxima convocatoria de Campus de Excelencia para lograr "sacar la cabeza a nivel internacional", según afirmó Gago.

Barro, que fue el portavoz de sus homólogos durante la presentación del acuerdo, incidió en que este plan de colaboración, en el que llevan "tiempo" trabajando responde a que en "muchos ámbitos" es "difícil realizar una investigación puntera sin sofisticadas infraestructuras y equipamientos", cuyos costes se hacen "inviables" si no hay cooperación. "Galicia no es una potencia mundial en materia de formación universitaria y de I+D y precisa más de la inteligencia colectiva para estar en el grupo de los países más desarrollados en la sociedad del conocimiento", insistió.

El "ambicioso" acuerdo, en palabras de Barro, no "responde contra nadie ni ante posturas de nadie", explicó el rector compostelano, sino que se trata de trabajar "a favor del país" y teniendo en cuenta el actual contexto de crisis económica en el que vive inmersa la sociedad y a la que no son ajenas las instituciones académicas.

"Galicia tiene el derecho a exigirle a sus gobernantes y a sus universidades que trabajen desde el diálogo y de la cooperación y más en el actual escenario económico, para aspirar a tener una sociedad mejor y mas desarrollada", concluyó Barro.