En línea con el tono de sus últimas comparencias públicas, el ex presidente del Gobierno José María Aznar lanza en la discusión sobre la reestructuración de mapa financiero su particular visión de la politización del sector con una tajante petición a todos los Ejecutivos y los dirigente para que "quiten sus manos" del sistema y, "en particular", de las cajas, para las que pide su "privatización progresiva". "No estamos aquí para crear bancos públicos en las comunidades autónomas", destacó Aznar, quien ha opinado que "no es deseable, ni conveniente, ni bueno" para el sistema financiero español "el espectáculo" de que no sea posible la unión o fusión de cajas de distinas comunidades porque se ha decidido que sólo tienen un carácter territorial.

Una radiografía que va más allá. La creación de "bancos públicos" es, en opinión del actual máximo responsable de la Fundación FAES, un "desastre financiero" y "el peor destino que se le puede dar a la mitad del sistema financiero español". "Recomiendo que no se haga, y quien lo haga, me da igual", apunta. Aznar insiste en que no defiende una posición cuando afecta a un partido político, y otra cuando afecta a otro. "No es cuestión de partidos", asegura.

El que fuera jefe del Ejecutivo entre 1996 y 2004 señala que los "agujeros patrimoniales" que tiene en la actualidad el sistema financiero español se "concentran" precisamente en estas entidades, "aunque a algunos no les guste oírlo". "Esos agujeros se van a tapar con impuestos de los trabajadores españoles", mantiene, en referencia al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), al que las entidades pueden recurrir para costear sus procesos de redimensionamiento y obtener liquidez. "Esto sucederá mientras los directivos de las cajas que han generado estos agujeros siguen al frente de ellos, en buena parte muchos de ellos políticos, como si tal cosa –critica–. Para algunos no existe el concepto de responsabilidad".

"Coherencia"

Durante la inauguración ayer de una jornadas empresariales en Santander, Aznar dio por hecho que "se ha politizado" tanto la gestión de las cajas, que se ha acabado por provocar "consecuencias tan lamentables" como la quiebra de una de ellas, Caja Castilla-La Mancha, y el "deterioro profundo del patrimonio de muchas otras". "Cuando se habla de despolitización, hay que ser coherente, no se puede hablar de despolitización por las mañanas y vetar operaciones empresariales de las cajas por las tardes con criterios de soberanía regional", recrimina el ex presidente. "No se puede hablar de despolitización por las mañanas e impulsar fusiones de cajas territoriales por la tarde. No se puede soplar y sorber al mismo tiempo", reitera José María Aznar, que advierte que "en el asunto de las cajas nos estamos jugando mucho".