El proceso de reestructuración del mapa financiero está mostrando que dentro de un mismo partido existen diferentes posiciones en función del lugar geográfico que ocupe en el mapa español. Y todo desde que el Banco de España puso en el mercado un fondo de 9.000 euros, el famoso FROB, para alentar los procesos de fortalecimiento de las entidades.

Hasta ahora el Partido Popular ha defendido diversos discursos en función de quién y en dónde hable. Mientras por ejemplo, el diputado Vicente Martínez-Pujalte escribe un libro en el que rechaza las fusiones intrarregionales y apuesta por las interregionales, otros dirigentes prefieren la primera opción a la segunda, como es el caso del presidente gallego Alberto Núñez Feijóo.

Sin embargo, el debate no se agota en las fusiones. Otros líderes regionales populares no hacen asco, sino que al contrario defienden la posibilidad de alianzas entre cajas de diferentes comunidades sin que por ello se tenga que perder ni la personalidad jurídica ni la identidad. Son las llamadas SIP o Sistema Institucional de Protección. Los últimos en sumarse a esta alternativa son el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, y el vicepresidente canario y consejero de Economía, José Manuel Soria, ambos destacados dirigentes del PP, quienes aplauden la decisión de Caja Canaria, Caja Rioja y CAI de unir sus fuerzas sin perder su independencia.

Pero, por si la confusión no fuese notable, el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, dio otra vuelta de tuerca. "No creo que una fusión por sí sola sea buena", dijo para defender "una privatización progresiva".