El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, cuestionó ayer las fusiones de cajas de ahorro intrarregionales con dos argumentos: "Perjudicarán la competencia y destruirán "miles de empleos" , pues obligarán al cierre de oficinas al actuar las entidades financieras en el mismo territorio. Por estas razones, Montoro pidió al Banco de España que intervenga y frene los intentos de crear "bancas públicas regionales". El portavoz de Economía del PP alertó del peligro de que las autonomías diseñen un mapa bancario "endogámico", si se les deja decidir con quién pueden o no aliarse las cajas de sus comunidades. La vicepresidenta segunda del Gobierno central, Elena Salgado, también se ha posicionado a favor de la alianza entre cajas de diferentes territorios, pues entiende que es "más complementaria" que las uniones entre entidades de una misma comunidad. Además, el Banco de España pide que se intenten fusiones interregionales.

Montoro urgió al Banco de España a "dejar de arrastrar los pies" y asumir más protagonismo en el proceso de reestructuración financiero e insistió en su oposición a la creación de grandes bancos regionales financiados con dinero público.

El diputado popular hacía estas declaraciones que no son del todo nuevas en el principal partido de la oposición. El propio Mariano Rajoy ya llamaba en julio la atención sobre cómo crecería el paro si las fusiones se producían entre cajas de una misma región. Es más, el líder del PP ponía el ejemplo de Caixanova y Caixa Galicia por conocerlo de cerca y auguraba que "tendrán que cerrar un porrón de sucursales y poner en la calle a muchísima gente porque en la misma acera las dos cajas gallegas tienen una sucursal y, en cambio, si se fusionan con una caja de Baleares o Canarias, no tendrán que cerrar sucursales ni poner a gente en la calle".

Cuatro meses después, el PP vuelve a lanzar este mensaje, a la vista de que las fusiones que se están sellando son intrarregionales. Es el caso de Cataluña, Andalucía o Castilla y León.

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, siempre ha dejado claro que rechaza la absorción de una de las cajas gallegas por otra de fuera. Su planteamiento es o "dos cajas gallegas o una caja gallega fuerte", pero nunca que una desaparezca asimilada por otra foránea. Hace dos semanas Feijóo se mostró dispuesto a "analizar" la alternativa del Sistema Institucional de Protección (SIP), una fórmula de alianza entre cajas,donde cada entidad conserva su personalidad jurídica, pero comparten negocios, riegos y capital. Esta vía abriría la posibilidad a que Caixanova o Caixa Galicia se pudiesen asociar con entidades de otras comunidades, pues no serían "absorbidas", como rechaza Feijóo.

El presidente de la Xunta pretende a principios de año anunciar su posición final sobre el futuro de las cajas gallegas, después de haber recabado antes de finales de año toda la información precisa.

Montoro puso ayer peros a las fusiones intrarregionales, pero también salió a escena para denunciar "injerencias políticas" de los gobiernos autonómicos en el proceso de reestructuración financiera.

Preguntado entonces por las comunidades gobernadas por el PP, como Galicia y Madrid decididas a acudir al Constitucional si el Gobierno de España les niega el derecho a veto en las fusiones, una competencia reconocida por los Estatutos de Autonomía, Montoro comentó que a las comunidades "les falta el cuadro general" de la situación económica, aunque entiende que "defiendan sus intereses". "¿Qué les puedo decir a los míos? ¿Qué sean buenos?", agregó.