Los armadores de los puertos de Vigo y A Coruña se mostraron hoy contrarios a la implantación del "carné por puntos", que prevé sanciones a pescadores, oficiales y armadores que incumplan las leyes, pues, tal y como manifestaron a Efe, este sistema es "represor" y "absurdo".

La regulación pactada esta madrugada por los Veintisiete sobre el control pesquero introducirá para los armadores un sistema similar al régimen de puntos que existe en España para el tráfico por carretera, si bien este carné funcionará de forma inversa, pues en el caso de la pesca un infractor acumulará tantos puntos y una vez que sume un número determinado, las autoridades le podrán quitar la licencia.

El gerente de la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo, José Ramón Fuertes, recordó que los armadores europeos manifestaron reiteradamente su oposición a una medida de este tipo por considerar que, aunque este sistema es muy útil en el transporte por carretera, no tiene el mismo sentido en el caso de controlar la actividad pesquera.

"No hay que confundir las vidas humanas con los peces. Lo primero nos parece correcto, pero lo segundo lo consideramos rígido y no beneficioso, ya que sólo penaliza al pescador y no al resto de la cadena", argumentó.

Fuertes añadió que esta medida penaliza en exceso al sector, pero lamentó que no se establezcan acciones para impedir la entrada fraudulenta de pescado en los países comunitarios, o para exigir el estricto cumplimiento de las normas sanitarias en el producto procedente de terceros países.

Por su parte, el presidente de la Asociación Provincial de Armadores de Buques de Pesca de A Coruña, Jesús Etchevers, aseguró que la decisión de implantar este nuevo sistema en el mar "no es la más adecuada".

En su opinión, este tipo de medidas "es difícil que se cumplan si no se cree en ellas" y calificó la puesta en marcha del carné por puntos de "irracional" y "absurda".

En este sentido, señaló que los ministros de la Unión Europea tienen ahora "una oportunidad de oro" para corregir una política pesquera "poco realista y compleja" que ha sido "un fracaso" desde su aprobación hace ocho años.