Fisioterapeutas, conexión wi-fi y la posibilidad de dormir en casas rectorales con encanto. El Arzobispado ha decidido crear su propia red de albergues y suavizar así la penitencia de los peregrinos que durante este verano se quejaron de las largas colas que tuvieron que sufrir para encontrar cama soportando incluso plagas de pulgas y chinches en algunos hospedajes. A través de la Fundación Ad Sanctum Iacobum, la archidiócesis de Santiago rehabilitará parte de su patrimonio y lo usará para alojar a los miles de peregrinos que llegarán a Compostela el próximo año.

En un principio se recuperarán cuatro casas rectorales, en Santiago, Pontevedra y Melide, pero la intención es ir restaurando progresivamente más de estos inmuebles, propiedad de la Iglesia, para convertirlos en alojamientos de peregrinos. "Tenemos cientos de casas, pero el problema es encontrar el dinero para rehabilitarlas", explicó Agustín Dosil, vicepresidente de la fundación que se encarga de promover las peregrinaciones.

Las obras de reforma se costearán con el dinero de patrocinadores: empresas privadas, cofradías, asociaciones religiosas... Y el mantenimiento tampoco supondrá una carga para las arcas eclesiales. Los albergues estarán atendidos por voluntarios y además se pedirá una donación a los peregrinos de entre cuatro a seis euros para gastos de luz, agua caliente o limpieza. "Nuestra pretensión no es cobrar sino que cada uno aporte en función de lo que tiene", explicó Dosil.

Los albergues que funcionan ahora son en su mayoría propiedad de particulares, a excepción de unos pocos que dependen de la Xunta.

Desde el Arzobispado se muestran comprensivos con la Administración autonómica y entienden que cuentan con "limitaciones" para dar respuesta a la avalancha de peregrinos que se producirá durante el próximo Año Santo. En todo caso, advierten de que están dispuestos a colaborar con ellos para mejorar la red de albergues.

Feijóo

Desde Londres, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reiteró, de hecho, su apuesta por el Xacobeo para convertir a Galicia "en la gran capital europea del año 2010".

El jefe del Ejecutivo gallego está convencido de que será una oportunidad para captar nuevos turistas y se refirió en concreto a los británicos. "Hay 70 millones de personas que viven en el Reino Unido y, por lo tanto, el turista inglés es uno de los turistas básicos para nosotros", apuntó el presidente gallego.