La crisis económica ha obligado a adelgazar por primera vez, al menos en los últimos veinte años, los presupuestos de Galicia. Las cuentas para 2010 se quedan en 11.686 millones de euros, lo que supone un recorte de gasto del 3,3 por ciento. La razón es que la comunidad autónoma tendrá un 12 por ciento menos de ingresos durante el próximo año. Además, la Xunta ha decidido rebajar sus previsiones iniciales de crecimiento económico del 0,7 por ciento al 0,2 y calcula que, aunque logrará frenar a la mitad la destrucción de puestos de trabajo durante 2010, la tasa de paro subirá dos puntos y llegará hasta el 15 por ciento.

A pesar de ello, el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo no quiere renunciar, en los primeros presupuestos que elabora desde su llegada a la Xunta, a fomentar, por un lado, las inversiones, a las que se destinarán 1.520 millones de euros (un 1,3 por ciento más que este año) ni tampoco a los servicios públicos que crecen un 2,1 por ciento. De hecho, siete de cada diez euros de los presupuestos se destinarán a gasto social.

Este esfuerzo económico es posible por tres razones: el Gobierno gallego se endeudará al máximo (1.521 millones de euros), el gasto corriente se reducirá en un 20 por ciento y se recurrirá a la financiación privada. La Xunta espera captar 270 millones de euros mediante fórmulas de financiación público-privada, de los cuales 141 millones serán para infraestructuras viarias.

Aunque la Administración gallega se gastará un 1,2 por ciento más en personal, se les congelará el salario a los altos cargos y habrá menos partidas para dietas, asesores, locomoción, publicidad...

"Son unas cuentas realistas y austeras. Tenemos que hacer unas previsiones reales, no podemos pintar los presupuestos", explicó ayer el presidente Alberto Núñez Feijóo tras la reunión del Consello de la Xunta en la que se dio luz verde al proyecto presupuestario. Por este motivo, el Gobierno gallego ha rectificado su previsión inicial de crecimiento de la economía gallega que se situaba en el 0,7 por ciento. Después de que la Confederación de Empresarios de Galicia tachara de "demasiado optimista" esta previsión, la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, explicó que han recortado en cinco décimas sus expectativas de crecimiento del PIB basándose en que que varios organismos internacionales han rebajado la previsión macroeconómica española y en que la subida del IVA y el IRPF tendrán también impacto sobre la economía gallega.

Aun así Galicia iniciará "una senda de crecimiento positivo", según Feijóo, y su PIB se incrementará medio punto por encima del español. Por el contrario, seguirá aumentando el paro que pasará del 12,9 al 15 por ciento. Sin embargo, el presidente avisa de que la pérdida de puestos de trabajo no será tan drástica como este año. La caída del 4,2 por ciento en la tasa de empleo se reducirá, según las estimaciones de la Xunta, a sólo el 2,1 por ciento en 2010.