Lejos de dar ejemplo, como representantes que son de los ciudadanos y el bastón de mando en las administraciones, a los partidos políticos gallegos les falta transparencia. Lo dice nada más y nada menos que el Tribunal de Cuentas, encargado de fiscalizar la gestión económica del Estado y de todo el sector público. Por eso, algo poco frecuente, en su último informe sobre los balances de las agrupaciones que acaba de hacer público incluye una resolución con directrices claras para las formaciones en la comunidad y en el resto de autonomías –porque es una carencia generalizada– y en la que exige que se acabe la opacidad y se establezcan sistemas adecuados de control interno de acuerdo con la Ley de Financiación de los Partidos Políticos. Tanto nacionalistas como socialistas y populares cojean, sobre todo, en la falta de información. En que no presentan los estados de las sedes locales y en muchos casos de las sedes provinciales, además de que unas cuantas partidas en los ingresos y en los gastos no están del todo justificadas.

Dentro de plazo, que tampoco es lo más común, el BNG remitió al tribunal las cuentas de 2005 de la sede central –con la actividad del grupo parlamentario y los representantes en el Congreso– y de la sede comarcal de Vigo, que incluye parte de una subvención municipal. Ni rastro del resto de la organización "ni de la mayor parte de los grupos de cargos electos" en los concellos. El organismo se queja de la "limitación" que eso supuso para su trabajo. En la documentación a la que sí tuvo acceso "se manifiestan deficiencias que afectan a su representatividad".

En caja guardaba en ese momento la sede de Vigo algo más de 2.700 euros, y en depósitos el montante ascendía a 452.000 euros. La deuda total con entidades financieras superaba los 3,3 millones de euros. Todas las cantidades están confirmadas por las cajas y bancos con las que se firmaron los créditos. Pero el endeudamiento es superior. Según el Tribunal de Cuentas, hay al menos otros 101.000 euros de sedes territoriales, "de las que se no se aportó contabilidad", y la inclusión de 4.400 euros derivados de intereses de los gastos financieros de ese ejercicio. Otros 17.432 euros con un acreedor están contabilizados "indebidamente" y pendiente otra deuda ante Hacienda de casi 4.400 euros.

De fondos públicos en concepto de subvenciones por campañas y representación, los nacionalistas recibieron algo más de dos millones de euros. Otros 1,5 millones vinieron de financiación privada, a través de cuotas de afiliados, venta de lotería, aportaciones de las sedes comarcales, de los cargos públicos y de los donativos anónimos. En este último caso, 160.000 euros, sobre los que el organismo fiscalizador llama la atención. Por su naturaleza, "no se ha podido comprobar a nivel individual el cumplimiento del límite legal establecido para las aportaciones privadas". El Tribunal de Cuentas echa en falta las liquidaciones de las entregas de 37.675 euros realizadas por el BNG a Galiza Nova.

En la contabilidad comarcal de Vigo "tan sólo figura parte de la subvención" concedida por el ayuntamiento de Redondela, unos 1.500 euros; y en el caso concreto de la sede en la ciudad, los 11.899,80 euros recibidos de la Diputación de Pontevedra. El otro saldo que no aparece es el del Senado porque el Grupo Mixto, en el que está el Bloque, no ha facilitado el reparto de las ayudas entre los integrantes.

La información aportada por el PP avanza un poco, pero sólo un poco más, en la organización territorial. Los estados por provincias y algunas excepciones a nivel local, en las que no están incluidas las agrupaciones gallegas y los representantes en los concellos. Los cambios en el patrimonio de las sedes de los populares de la comunidad no están entre las más significativas, aunque su endeudamiento sí. De los más de 16,3 millones de euros en créditos de toda la formación, 2,2 millones están formalizados por el PPdeG. Una cantidad que sólo es mayor en Murcia (2,6 millones) y Cataluña (2,5). Cuentas subraya que en la tesorería de la sede central del partido en Génova el pasivo reflejado es "únicamente" de 69.700 euros. La mitad de la deuda del partido en Galicia responde al préstamo formalizado para las elecciones autonómicas de 2005, en las que se gastó más de 1,5 millones. De nuevo la fiscalización se encuentra con la imposibilidad de valorar si se cumple o no la ley con las aportaciones privadas anónimas, más de tres millones de euros.

Bajo el capítulo de ingresos en ejercicios anteriores, los populares de Galicia anotaron 30.000 euros. Dice el partido que son los ingresos de una rifa celebrada en una fiesta. Pero el tribunal reprocha que sólo se aportó como prueba el extracto del ingreso bancario.

A los estados del PSOE les falta más de lo mismo. Ni agrupaciones locales, ni grupos municipales, ni en este caso, los electos en el Parlamento Europeo. Entre los derechos de cobro que la Ejecutiva Federal recoge ese ejercicio figuran 1,011 millones por subvenciones pendientes de cobrar en el Parlamento gallego tras la victoria electoral. Y eso que en vista de la documentación, el balance de los socialistas gallegos no iban mal entonces. Fue una de las dos sedes, junto con la de Álava, que canceló toda su deuda con las entidades financieras. Claro que ese ejercicio entraron en caja, según el Tribunal de Cuentas, más de medio millón de euros por las aportaciones que "debió realizar" el grupo parlamentario al partido entre los años 2001 y 2004. Como en el PP y el Bloque se repite el problema de las aportaciones anónimas, con más de 847.000 euros sin nombre y apellidos.