La última reunión de ministros europeos para analizar el futuro del sector lácteo se saldó con pocas novedades, ningún compromiso nuevo y una inquietante propuesta: la creación de un mercado de futuros para la leche. Aunque la medida no es nueva, sí lo son sus promotores. España y 19 países más se han unido en defensa de una propuesta que, en su día, planteó Fischer poniéndole los pelos de punta a todo el sector.

A la constatación de que la UE no pondrá un euro más sobre la mesa para los productores lácteos se ha sumado un nuevo motivo de inquietud: la posibilidad de impulsar un mercado de futuros para la leche.

La propuesta, refrendada por España y otros 19 países, se ha convertido en un nuevo motivo de división para el sector lácteo gallego, ya que una parte interpreta la propuesta como una "tomadura de pelo" y la "puntilla definitiva" a un colectivo herido de muerte, mientras la otra considera que está siendo mal interpretada y beneficiará al productor.

España y 19 Estados más aprovecharon la reunión de los ministros europeos del pasado lunes para defender un documento reclamando más apoyos comunitarios al sector de la leche. Las reivindicaciones de estos países, sin embargo, aparecían algo diluidas con respecto al documento suscrito hacía penas un mes, optando por medidas orientadas más a los precios que a los subsidios ante la firme negativa de Europa a inyectar fondos al sector.

Dentro de este cambio de estrategia, la propuesta más llamativa incluida en el documento fue la creación de un mercado de futuros para la leche con el fin de regular a medio y largo plazo la compra-venta del producto. Más allá de que una medida de este tipo no busca efectos inmediatos y, por consiguiente, no soluciona el problema actual de precios que afecta al sector, las organizaciones agrarias gallegas discrepan sobre la utilidad, los objetivos y hasta el funcionamiento de este mecanismo.

Problema de precios

Los tres sindicatos (Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego) coinciden en que, en teoría, la propuesta de introducir un mercado de futuros que garantice el suministro de leche en un plazo de entrega determinado y pactado previamente suena muy bien; el problema surge de las propias connotaciones que tiene esta expresión.

Y es que el mercado de futuros es un sistema que se utiliza a nivel mundial para regular las operaciones de venta de petróleo y que se asocia, por definición, a la especulación.

"En el caso de la leche jugarán con su aprovisionamiento para sacarlo al mercado cuando mejor les convenga, independientemente de si hay o no necesidad. Es escalofriante", argumenta Carme Freire, del SLG, que recuerda que cuando hace dos años se introdujo este mecanismo en el mercado del cereal se "dispararon los precios porque la especulación entró en juego".

En una línea similar, Paco Bello, de Xóvenes Agricultores, se muestra indignado con el momento en que se hace la propuesta. "Me parece un insulto para los ganaderos que no tienen para comer hoy mientras sus políticos intentan arreglarles el futuro.