Galicia Bilingüe atacaba ayer al Gobierno de Feijóo por subvencionar una obra de teatro dirigida a estudiantes de Bachillerato "con un alto contenido ideológico nacionalista y que desprecia a los castellanohablantes". La Consellería de Educación, departamento que financia la obra para animar a los más jóvenes a expresarse en gallego, declinó pronunciarse sobre la polémica. En cambio, el autor de la pieza, Manuel Núñez Síngala, salió en defensa de su obra, explicó que es una comedia y lamentó que Galicia Bilingüe "descontextualice" ciertos diálogos.

Precisamente esta organización de padres, que lideró la batalla en contra del decreto del bipartito que obligaba a que al menos la mitad de las clases fuesen en gallego, recogía ayer en una nota de prensa párrafos de la obra que consideran que "atenta contra la identidad dignidad de muchos de alumnos, al dar entender que es desleal e inmoral que un gallego pueda tener como idioma el español". Señalaba como especialmente escandalosas aseveraciones como ésta: "La traición contra la propia identidad es penosa ... Un gallego que desprecie su lengua atenta contra sí mismo, contra la identidad de su pueblo, de su cultura, de su ser. No debería ni siquiera ser llamado gallego".

Núñez Síngala, que es el director del Servizo de Normalización Lingüística da Universidade de Santiago, sostenía ayer que Galicia Bilingüe descontextualiza la obra, donde en tono de humor se juzga a cuatro gallegos que han abandonado su idioma.

"Galicia Bilingüe no es bilingüe, quiere la desaparición del gallego, mientras que yo quiero que seamos fieles a nuestra lengua. Yo quiero sumar, ellos quieren restar. Todas las lenguas son riqueza", afirmaba Núñez Síngala, para quien el gallego es el idioma en "caída libre" en la comunidad, y por tanto el que necesita "el respaldo" de la Xunta, no el castellano.

Divertida, pero no polémica

Galicia Bilingüe pone el grito en el cielo, pero los estudiantes de A Rúa y Ourense que ayer asistieron a la representación de Comedia Bífida no se sintieron escandalizados. Tampoco sus profesores.

Cinco jóvenes y dos docentes consultados a la salida del teatro y no todos gallego hablantes declararon no sentirse atacados por lo que se dijo desde el escenario. Para un estudiante del instituto de O Couto la obra enfoca de "forma humorística e irónica la discriminación que sufre el gallego". Otro compañero añade: "Existe un problema de convivencia entre el gallego y siempre se debe poder decidir el idioma en el que se quiere hablar".

Un alumno del colegio Pablo VI en A Rúa se suma al debate y confiesa que la historia le "encantó" y para él sólo se trata de "una reinvindicación sobre el gallego, que la mayoría de los gallegos no usan, aún sabiendo". Un amigo apostilla: "Se habla menos el gallego que el castellano, pero no hay problemas de integración".

Los profesores también tenían su opinión. La docente de gallego en A Rúa niega que la obra "agreda el castellano, sino que señala los prejuicios en torno al gallego". "La obra se puede entender como un elemento de unión", insiste. El profesor de Lengua Castellana en el mismo centro también observa que "hay prejuicios en contra del gallego entre los jóvenes, se ve como una lengua bruta".