Duras críticas a los presupuestos del Estado para Galicia, pero más comedido en su valoración sobre las inversiones del Ministerio de Fomento destinadas al AVE gallego. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no se anduvo ayer por las ramas a la hora de reprobar las Cuentas del Gobierno central, entre otras cosas, porque supondrán una "ralentización" de la recuperación económica, aunque cuidó un poco más las formas al referirse al gasto previsto de 40 millones para el AVE Lubián-Ourense y al compromiso de tener en servicio esta línea en el año 2015, tal como se recoge en el Pacto do Obradoiro firmado por Feijóo y José Blanco. "Confío en la palabra del ministro, pero hay partidas que debe explicar", declaró tras el Consello. Por ello, la Xunta estará "vigilante".

Las dudas surgen por si los 40 millones son suficientes para mantener el ritmo del AVE acordado en el Pacto do Obradoiro, que prevé el próximo año licitaciones por importe de 3.600 millones de euros. Y esta preocupación fue expresada el miércoles por el portavoz de Economía del PP, Pedro Puy, al que Feijóo calificó como "uno de los mejores diputados del Parlamento".

En principio, el presidente de la Xunta confía en el ministro de Fomento, quien aseguró que la inversión es suficiente y que además próximamente se firmará un convenio con el Banco Europeo de Inversiones por 2.000 millones de euros para financiar obras del tren de alta velocidad.

Estos fondos adicionales son lo que han llevado a Feijóo a demandar "explicaciones" para conocer con exactitud cómo se van a respetar los plazos y las inversiones. Por ello, la Xunta mantuvo ya el miércoles una conversación con el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, y con el que esperan tener nuevos contactos para recabar más detalles.

"La Xunta va a estar vigilante porque se debe a Galicia. Si no se respetan los plazos, no vamos a estar callados. No seremos cómplices de nada", avisó Feijóo.

Esta actitud motivó las críticas del PSOE, por entender que su comportamiento es "cínico" al reconocer por una parte que se cumple el calendario de licitaciones, pero por otra, "animar a sus diputados a que cuestionen la política de Fomento".

Con respecto a otras actuaciones de Fomento, Feijóo fue más contundente. Así denunció el "retraso" en las obras autovías Vigo-Pontevedra y Ourense-Lugo. "Y tampoco se va a mejorar la AP-9 ni a ampliar el puente de Rande", dijo.

Sí mostró su "profunda decepción" por la reducción de las inversiones del Estado en medio ambiente, como las destinadas a la depuradora de Vigo, y en el gasto social. Junto al recorte de las inversiones, la subida "indiscriminada" de los impuestos que afectará a parados y pensionistas va a "ralentizar", según dijo, la salida de la crisis. "Los gallegos pagarán más y recibirán menos con los nuevos presupuestos", censuró.

La caída de las inversiones se justifica, según dijo, porque este año hubo elecciones y tocó "presupuestar todo aunque no se ejecutara nada".