Representantes del PSdG y el BNG tacharon ayer de "apartheid lingüístico" la intención de la Xunta de segregar a los alumnos en función del idioma que empleen en clase. "Feijóo se encuentra perdido en su laberinto a causa de una actitud demagógica antes de las elecciones", señalaron los socialistas mientras los nacionalistas consideran que el Ejecutivo responde "por la vía de la prepotencia" a la manisfestación en defensa del gallego que reunió a más de 20.000 personas el pasado domingo en Santiago. Por su parte, desde el PP se aboga por que sean los padres quienes decidan el uso del gallego.

Los portavoces del PSdeG en la Cámara, Xaquín Fernández Leiceaga y Mar Barcón, junto al diputado del BNG Guillermo Meijóo criticaron la postura del Gobierno en torno a su decisión de derogar el decreto del gallego en la enseñanza. Antes de las elecciones, apuntó Fernández Leiceaga, el presidente fue construyendo un "laberinto de demagogia, medias verdades, manipulación, falsedades y promesas de imposible cumplimiento". A su juicio, la estrategia deFeijóo es "volver a la campaña" electoral, cuando debería dedicarse a gobernar y no a introducir elementos de división y confrontación".

El portavoz del PSOE lamentó que esta postura abra la vía a la "segregación" o apartheid en las aulas en función de las preferencias lingüísticas, lo que, "llevado al extremo", anularía la función básica del sistema educativo de integración social.

Desde el BNG, el portavoz Guillerme Vázquez aseguró —en relación al nombramiento de Anxo Lourenzo como secretario xeral de Política Lingüística— que se trata de "una imposición con vaselina" del nuevo decreto que regulará el gallego en la enseñanza. "El problema no es la persona que se pone en el mando, sino la política que desarrolla", señaló. Vázquez recomendó a la Xunta que "no se puede hacer una política basada en los sectores más extremistas del electorado" ya que "existen votantes del PPdeG que sí quieren" el gallego.

Por su parte, el portavoz del PPdeG, Antonio Rodríguez Miranda, replicó que "quienes usaron el gallego para dividir la sociedad, están en la oposición. Los gallegos optaron por un Gobierno que apuesta por una educación sin ideología".

La posibilidad de segregar a los alumnos también ha generado división entre los padres. El presidente de la Confederación Gallega de APAs, Jose Ramón Hermida, valoró la medida como "una de las opciones" con tal de no estar soportando la imposición" del idioma "por parte del Gobierno bipartito". Pero el presidente de la Confederación Galega de APAs de Centros Públicos, Virgilio Gantes, se mostró indignado. "La cultura es un bien enriquecedor; se pueden estudiar los dos idiomas", concluyó.