Con más de cuatro millones de parados a sus espaldas el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, regresó ayer por primera vez a Galicia desde la derrota electoral del 1 de marzo para arropar al nuevo líder del PSdeG, Manuel Pachi Vázquez. “Hay que pisar firme, mirar de frente y que te resbalen las críticas”, le aconsejó al nuevo secretario xeral de los socialistas gallegos durante el congreso extraordinario que este partido celebró en Pontevedra. Y con esta misma máxima el jefe del Gobierno se enfrentó a la cifra récord de paro que ha alcanzado España. “Vamos a ganar el combate frente a la crisis y frente al paro”, garantizó. Lo que sí dejó claro es que no lo hará a costa del “despido barato ni el recorte de las políticas sociales”. Su receta pasa por terminar con la “economía del ladrillo” que durante años “engordó el bolsillo de muchos codiciosos” y apostar por otro modelo de crecimiento basado en la innovación y la educación. Pero esto no será fácil. “Será un proceso duro y difícil”, vaticinó.

El origen de los males de la economía española está, en su opinión, en que “hubo un exceso de inversión en vivienda”. “Un euro invertido en ladrillo es once veces menos productivo que uno dedicado a banda ancha”, comparó. Por eso abogó por cambiar el modelo económico de crecimiento y, entretanto, garantizó que se mantendrán los derechos laborales, la cohesión social y se fomentará la inversión pública. “Ése va a ser el rumbo”, apuntó Zapatero en contraposición con las voces que, según dijo, “ahora se multiplicarán” pidiendo contratos con menos derechos para los trabajadores y recortes del gasto público. “Los que piden esto son precisamente los que menos necesitan el gasto social”, criticó.

El líder socialista cargó además contra el presidente del PP, Mariano Rajoy, por pedir que se posponga el Debate sobre el Estado de la Nación hasta después de las elecciones europeas. A su juicio, los populares actúan en base a “intereses tácticos y partidistas”.

Pero ayer a Zapatero también le tocó atender los asuntos de partido. El PSdeG renovó su dirección que estará liderada por el ourensano Pachi Vázquez. El nuevo liderazgo fue bendecido por el secretario general del partido que eludió revisiones del pasado, salvo una mención al trabajo de Emilio Pérez Touriño, y se centró en el futuro que espera a los socialistas gallegos. “Se abre una nueva etapa en la que estoy seguro de que el PSdeG se fortalecerá rápidamente desde la militancia y las comarcas”. Zapatero hizo un análisis en positivo del relevo en el partido motivado por la derrota electoral. “Somos una alternativa política que tiene por delante un gran terreno por avanzar”, animó, al tiempo que prometió a los gallegos “estar a la altura” de lo que esperan.

Y en relación a la nueva Xunta, el jefe del Gobierno ofreció su colaboración al nuevo presidente gallego. “Para mí no hay gobiernos amigos o enemigos”, aseguró. Y donde primero pondrá en práctica este compromiso es en la negociación de la nueva financiación autonómica. “Espero Feijóo actúe con comprensión y reciprocidad por el bien de Galicia”, confió.

Y ya metidos en precampaña Zapatero aprovechó para advertir que votar al PSOE es la mejor alternativa ante la crisis.