Aunque a primera hora de ayer la empresa había emitido un comunicado exponiendo su posicionamiento ante el paro, a primera hora de la tarde anunció su voluntad de asistir "con su mejor disposición" al encuentro. Para la empresa se trata de una huelga que "nunca debió convocarse y que carece de justificación real", argumentando que existen cauces "reglados" para dirimir las discrepancias entre empresas y trabajadores "sin causar ningún perjuicio a los ciudadanos".

Por su parte, el comité de empresa manifestó en declaraciones a Europa Press que no tenía constancia de la celebración de la reunión. No obstante, ante la posibilidad de ser convocados al encuentro, el presidente del comité, Juan Carlos Corredoira, reiteró su disposición a "negociar para arreglar el problema sin ir a la huelga".

Corredoira recordó que la última huelga data de 2005 y que entonces el motivo también había sido el despido de un trabajador. Entonces, el paro duró siete días y se resolvió a raíz de la readmisión del operario, que fue trasladado a otro centro de trabajo.

SERVICIOS MÍNIMOS

Además, ante el desacuerdo por parte del comité de empresa con los servicios mínimos establecidos desde el ayuntamiento de Pontevedra, Juan Carlos Corredoira dio por hecho que "no se van cumplir" y que mientras la autoridad laboral no se pronuncie ante el recurso presentado por los representantes sindicales, los trabajadores atenderán el servicio "como veamos que sea lo más justo", añadió Corredoira.

Ante la exigencia de readmisión del trabajador, la empresa argumenta que su despido se debe a "graves razones disciplinarias que ya se están dirimiendo en instancias judiciales". La dirección de Cespa calificó de "absolutamente desproporcionado e injustificado" el anuncio de la huelga "para imponer una sentencia que corresponde dictar a las autoridades judiciales".

En este sentido, los integrantes de Cespa aseguraron que la empresa "se ha comprometido a acatar la resolución, sea cual sea el resultado, si resulta desconvocada la huelga". Por último, se dirige a los sindicatos para pedir que "dejen de utilizar de manera abusiva el derecho a la huelga".

En cuanto al ayuntamiento, la concejalía de Medio Ambiente tildó de "injusta" la huelga y apeló a la colaboración vecinal para "mantener unas condiciones mínimas de salubridad". En este sentido y en caso de que la huelga se lleve a cabo, el ayuntamiento ha recomendado a los ciudadanos "utilizar exclusivamente los contenedores en caso de extrema necesidad".

Entre las medidas anunciadas, el ayuntamiento anunció la puesta a disposición de contenedores de obra para depósito de residuos, principalmente orgánicos, en 14 puntos de la ciudad, con el objetivo de "minimizar el impacto de los previsibles déficits" que la huelga pueda causar en el servicio, en caso de no lograrse su desconvocatoria.