La posibilidad de que los médicos de la sanidad pública trabajen por la tarde en los hospitales, sugerida por la Xunta saliente, podría replantearse en el marco de los intentos para la reducción de las listas de espera. ¿Qué opinan sobre esa posibilidad?

-Manuel R. Piñeiro. Este asunto se planteó, efectivamente, a causa de las famosas listas de espera y es posible que surja de nuevo. Nosotros no nos oponemos, siempre y cuando esa medida sea voluntaria y se abone de manera digna como una medida que es naturalmente extraordinaria y a mayores y que supone para un profesional una merma de su tiempo disponible y su vida personal y familiar. Pero repito que no estamos en contra de la jornada de tarde en principio.

-Javier M. Fente. Nosotros, en principio, estaríamos de acuerdo en que hace falta una salida al problema de la atención sanitaria, de que no existen recursos suficientes, en que en formar a un médico se tardan diez años como mínimo, en que no se puede dar al botón de una máquina y dar títulos porque se generaría un grado de precariedad en el empleo que resultaría absurdo.Y está claro que necesitamos utilizar los recursos que hay y por otro lado vincular a los profesionales con la sanidad pública.

-Dionisio A. Párraga. Desde el punto de vista de los colegios médicos, de su Consello Galego, lo que planteamos son dos conceptos básicos: que tenemos que amparar los derechos de los profesionales, como colegio, y como médicos debemos velar por la salud de la población. Lo de la jornada de tarde surge hace algún tiempo como consecuencia del conflicto por los complementos específicos, y tendríamos que plantearnos por qué surgió.

-R. Piñeiro. Con lo que no estamos de acuerdo de una manera clara es con lo que alguna vez se insinuó que podría ocurrir, que es que se establezca una jornada de tarde a precio de saldo que sale mucho más barato que contratar personal nuevo para hacer esa misma jornada. Y a eso, desde luego, no estamos dispuestos. En todo caso somos conscientes de que la sanidad pública invierte mucho en recursos materiales y la opinión pública demanda que esos recursos sean utilizados adecuadamente y que esa utilización se pueda extender para reducir las listas de espera.

-M. Fente. Para UGT, la sanidad pública es un pilar básico sin desdeñar la privada, que entendemos necesaria, pero lo deseable es que los profesionales que se forman en la sanidad pública deben dedicarse a ella. Aunque tengo que recordar que la dedicación exclusiva aquí es voluntaria, algo diferente a lo que ocurre en otros campos de la Administración. Y con respecto a la tarde, se ha hecho en otras autonomías y funciona bastante bien.

-A. Párraga. Es evidente que una inversión tan grande como la de los Hospitales hay que utilizarla bien, que tenerlos cerrados o casi por las tarde es absurdo, y que no se pueda utilizar todo el día, indefendible vistas las listas de espera. Y por otro lado hay que entrar a fondo, y el nuevo Gobierno tendrá que hacerlo, en la cuestión del complemento específico, porque una cosa es la exclusividad y otra diferente ese complemento. Insisto en que el tema de la jornada de tarde surge tras el conflicto y creemos que lo primero que hay que resolver es eso.

El pago de la exclusividad a todos los médicos del Sergas es rechazado desde varios sectores sociales...

-R. Piñeiro.

Hay que diferenciar entre dedicación exclusiva y complemento específico, que prácticamente en todas las autonomías ya se ha regulado. El complemento específico va a contemplar la penosidad en el trabajo, la especial dedicación, que no exclusiva, entre otros conceptos. Galicia, a diferencia de otras autonomías como he dicho, aplica ese concepto sólo a la dedicación exclusiva, y eso no es correcto; hay que regularlo, diferenciado y definirlo. La exclusividad no puede suponer más de un treinta por cien del salario base, y en la regulación del complemento se incluirá y resolverá la jornada de tarde.

-M. Fente. Hay cosas que no comparto. El complemento específico está regulado desde la Ley General de Sanidad del 84 pero ha tenido modificaciones y no se atribuye sólo a los médicos, sino a todos los funcionarios. Es verdad que en la Mesa sectorial ese concepto se sacó y se puso en un capítulo aparte que se denomina PRD, y en Galicia y en la mayoría de las autonomías se asimiló únicamente a la dedicación exclusiva. Para los sanitarios el complemento específico, y me parece estupendo, es totalmente voluntario, pero nos gustaría que se extendiese a todos los funcionarios, que perdemos poder adquisitivo

-A. Párraga

. Hay que definir qué es dedicación exclusiva: la tiene aquella persona que se dedica a un trabajo y está a disposición de la empresa para cualquier cosa que se le reclame. Y aquí no existe esa situación, aquí nadie está a disposición de la empresa fuera de su jornada laboral, nadie está en esa situación de disponibilidad absoluta. Lo que hicieron aquí con una serie de señores fue decirle que como no trabajaban en la privada, se le daba ese concepto para pagarles algo más. Pero es un concepto falso y, repito, conviene tenerlo claro para evitar confusiones y perjuicios para los profesionales.

-R. Piñeiro. Lo que está pasando es que todos los facultativos del sistema sanitario público tienen la misma jornada laboral con las mismas responsabilidades, en plena igualdad insisto, pero a algunos les pagan una cosa y a otros menos. Y cuando se llama para cubrir eventualidades se llama a unos y a otros por igual y eso no es serio. Nosotros lo que decimos es que el complemento específico sobre el que estamos hablando debe igualarse y a partir de ahí el que quiera dedicación exclusiva, que la haga si la pagan y el que no quiera, pues que no lo haga.

-R. Fente. No, no, hay que matizar unas cuantas cosas: yo cuando hablo de complemento específico me refiero al de toda la Función Pública, que tiene un marco normativo, un marco legal establecido y conocido. Todos los funcionarios lo que tenemos que decir es que cuando ese complemento supone el treinta por ciento de su salario base se entiende que está en dedicación exclusiva. Podemos pensar desde luego que es justo o que no lo es, pero normativamente hablando las cosas están ahí, están de esa manera. Lo que hay que ver es qué queremos.

-R. Párraga. Bueno, vamos a ver, los colegios médicos representamos a médicos y tenemos que defender sus intereses, no los de los demás funcionarios necesariamente. UGT es un sindicato en el que hay médicos también, es verdad, pero además otro personal sanitario, otros trabajadores y profesionales y personas de todos los ámbitos, y me parece muy bien que los defienda, pero nosotros tenemos que velar por lo nuestro, como he dicho antes, que son los intereses de los médicos y a la vez la salud de los ciudadanos, que no son términos incompatibles ni tienen por qué serlo.

Se ha dicho que en el fondo están las listas de espera. ¿Se sabe de verdad cuántas personas hay en ellas?

-R. Piñeiro. Ese es un tema recurrente sobre el que se ha dicho de todo, incluso se ha hablado de que quienes gobiernan, los que sean, engañan a la gente y ocultan datos, y lo denuncia la oposición por sistema, la que sea. ¿Que si existe fraude? Pues le diré de una forma clara que creo que sí. Y se da todos los días; se utilizan trucos, por ejemplo, para que el paciente, al que se destina a un hospital lejano, entonces diga que no va y automáticamente se le borra de las listas, que se reducen artificialmente.

-M. Fente.

Hombre, yo no puedo ser tan rotundo. Tengo que decir que existe una percepción por parte de los usuarios y por parte de los trabajadores de que las listas de espera son grandes, quizá excesivamente grandes, y los que trabajamos a pie de obra por decirlo así sabemos que la demanda es cada vez mayor y que las listas de espera son utilizadas políticamente. Por eso cuando gobernaba el bipartito atacaba con ese tema el PP y el PSOE cuando quien lo hacía era el PP.

-A. Párraga

. Las listas de espera nunca son reales porque siempre se maquillan, se tiende a camuflar muchos de sus datos tanto por un partido como por otro; desde el punto de vista político se manejan, eso es algo que está claro aunque haya quien pretenda discutirlo. Pero tengo que decir que las listas son consustanciales con el sistema público de salud, que siempre van a existir, y que lo que no puede ser es que se maquillen. Hay que resolver este problema y lograr que lleguen a cotas racionales, y no como ahora,

¿Cómo se puede llegar a una reducción efectiva?

-M. Fente. Recursos materiales tenemos y personal cualificado también; debería por tanto lograrse una solución razonable. Lo que ocurre es que falla, y mucho, la gestión de esos recursos. ¿Dedicación exclusiva? Yo creo que sí.

-A. Párraga. El personal sanitario, cuando está en su tarea, exclusiva o no, la desempeña bien. Y a quienes no lo hicieran, la empresa, que es la Administración, habrá controlarlos y sancionarlos. En cuanto a las listas, la solución pasa por más medios y mejor organización.

-R. Piñeiro. Hablar de que hay medios suficientes me parece un exceso de optimismo. Pero sí estoy de acuerdo en que, dado que la crisis aprieta, habrá que hacer un esfuerzo mayor en mejorar la gestión y la organización sanitaria. Pero aún así se precisan más recursos.