“La última de las extravagancias que atraviesa la historia de Europa”. Así define la normalización lingüística del gallego un artículo que publica la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside el ex presidente del Gobierno José María Aznar. El documento, cuyo autor es el filólogo clásico y profesor de Lengua Española Andrés Freire, afirma que la normalización, una denominación que tampoco considera afortunada, fue un “experimento” ante el que “se inmolan la educación, la política cultural, la economía, los derechos individuales y el sentido común”.

El filólogo defiende que el proceso de evolución histórica del gallego representa la construcción de una “lengua reconocible” a partir de una “suma de variantes lingüísticas” cuya “supervivencia” en los “entornos populares” se debió al “aislamiento” de Galicia y al “analfabetismo del campesinado gallego”. Todo ello, prosigue en su artículo, se reforzó cuando, en un romanticismo “tardío”, una “minoría intelectual luchó por convertirla en lengua literaria, creando un gallego poético algo artificioso”.

En el documento, que se puede consultar en la web de la Fundación FAES, Freire explica que este proceso llevado a cabo “en los últimos 30 años” ha “puesto en entredicho” el “fenómeno de expansión” del castellano que “desde Alfonso X” -del que olvida que es autor de las “Cantigas de Santa María”, en gallego- “se convirtió en la lengua de prestigio” en la Península.

“La ignorancia de algunos y el interés de otros han aunado esfuerzos por revertir este proceso de siglos con la excusa de que estamos ante una anormalidad resultante de un supuesto “imperialismo castellano”, afirma en su artículo Andrés Freire, quien engloba bajo el mismo paraguas no sólo las políticas lingüísticas del bipartito, que en la comunidad gallega han sido contestadas por “Galicia Bilingüe”, sino también las de su predecesor en el cargo, el popular Manuel Fraga.

Así, señala que esta política lingüística se ha desarrollado y “crecido independiente del partido en el Gobierno”. “Muchos, con mejor razón que la mía, han puesto sus ojos en la conculcación de derechos que implica”, comenta. “Empezaron con solicitar el bilingüismo oficial, prosiguieron con la discriminación positiva, avanzaron hacia la desaparición del castellano como lengua oficial de facto en Galicia y ahora sueñan con que el uso de éste pase a ser excepcional con la excusa del derecho a “vivir en galego”, proclama el autor.

Este experto en griego y latín niega que existan ataques al gallego “salvo en los foros nacionalistas”. “Nuestros vecinos de allende los Pirineos disponen también de catalán y vasco y nadie ha convertido sus escuelas en centros de expulsión de la lengua”, asegura en su artículo de la revista “Papeles FAES”.