El futuro presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha comprometido a aprobar un plan de infraestructuras con horizonte de ejecución 2015 en el que "estará incluida la totalidad de las actuaciones previstas en el Plan Galicia", que se pondrán en servicio "antes de 2013" en lo que se refiere a las competencias autonómicas.

En su discurso de investidura, Feijóo avanzó, así, la recuperación del Plan Galicia, que aprobó el Gobierno de José María Aznar tras la catástrofe del 'Prestige' en 2002, cuando gobernaba Manuel Fraga en la Xunta, y que el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez sustituyó por el Plan Estatal de Infraestructuras y Transporte (PEIT).

El líder de los 'populares' gallegos también avanzó que el nuevo gobierno autonómico gestionará la transferencia de la titularidad de las autopistas del Atlántico (AP-9) y del tramo Santiago-Dozón de la vía que une la capital gallega con Ourense. A mayores, en el caso de la AP-9 el Ejecutivo llevará a cabo una "reformulación total de su diseño".

Feijóo anunció una Axencia Galega de Estradas, que supondrá integrar en ella tres organismos, la SPI, Aceousa y la Dirección Xeral de Obras Públicas, que se suprimirán.

A este respecto, explicó que se tratará de un organismo público de la Administración autonómica en el que se aglutinarán los servicios actualmente existentes en los entes que se eliminarán.

Para apostar "de una forma definitiva por el desarrollo coordinado del transporte público de calidad y eficaz", el nuevo gobierno creará un Consorcio de Transportes de Galicia, que estará integrado por la Xunta, los ayuntamientos y el propio Ministerio de Fomento.

No "cómplices" de retrasos

Precisamente, al departamento estatal que ahora dirige el lucense José Blanco se refirió Feijóo para avisar de que la Xunta del PPdeG "no será cómplice de más atrasos" de las infraestructuras con Galicia. Con todo, saludó el cambio de manos en la cartera estatal y comprometió "lealtad con un calendario realista de la ejecución de las infraestructuras en el que se incluya la inversión presupuestada para Galicia y no gastada en los últimos años del Gobierno socialista".

"Es necesaria la cooperación", continuó Feijóo, quien subrayó que pedirá al nuevo ministro que, en cumplimiento de sendas mociones aprobadas por el Congreso y el Parlamento gallego, "convoque la subcomisión de infraestructuras en el seno de la Comisión bilateral Estado-Xunta".

A este respecto, confió en que la "colaboración" se pueda extender "más allá del ferrocarril" y que, de esta forma, recoja "previsiones y plazos para obras en autopistas, puertos y aeropuertos que el Estado haya planteado en Galicia".

Feijóo consideró también que el ferrocarril "no se limita a la alta velocidad", por lo que entendió "esencial" que la promoción de este medio de transporte se extienda a "todas las posibilidades que ofrece", como es el largo recorrido, el de proximidad y el de media distancia, junto con el transporte de mercancías.

Otros compromisos de infraestructuras

El futuro jefe del Ejecutivo gallego también adquirió el compromiso de tramitar y aprobar los planes sectoriales metropolitanos de las grandes ciudades --Vigo, Lugo, Ourense y Pontevedra-- y los planes de movilidad de las áreas urbanas intermedias.

Además, el presupuesto en infraestructuras de transporte se elevará del 0,85 por ciento al 1 por ciento del Producto Interior Bruto; así como el presupuesto en mantenimiento, gestión y conservación de la red será, como mínimo, del 3 por ciento del valor patrimonial.