Cuatro días le quedan a Alberto Núñez Feijóo para tomar posesión como nuevo presidente de la Xunta. La ceremonia será el sábado, pero antes pasará por el trámite de ser elegido titular del Gobierno gallego por el Parlamento en una doble sesión que comienza hoy con su discurso de investidura y concluye el jueves a media tarde con la votación. En su intervención, el todavía candidato popular expondrá su programa de gobierno y dibujará el nuevo diseño de la Xunta, donde las promesas y los cambios pivotarán sobre la economía y las consecuencias de la crisis. De hecho, según avanzaron ayer fuentes del PPdeG, Feijóo aprovechará su discurso para anunciar un “reajuste” de los actuales presupuestos de la comunidad autónoma para “hacerlos más realistas” y adecuar sus números a la situación de recesión económica.

El futuro presidente de la Xunta considera que los presupuestos elaborados por el bipartito nunca se ajustaron a las condiciones de crisis económicas, entre otras razones porque preveían unos ingresos muy encima de la evolución del PIB. Así que ahora Feijóo tratará de darle “realismo” a las cuentas, aunque no disponga de mucho margen de maniobra. Pero en todo caso, la reducción de ingresos obliga o bien a endeudarse a la Administración pública o a recortar algunos gastos, y el propio bipartito había admitido a principios de año que tendría que actualizar los presupuestos de este ejercicio ante la constante caída del crecimiento de la economía.

La reorganización de los presupuestos de la Xunta es una de las actuaciones que el Gobierno de Feijóo adoptará a corto plazo para hacer frente a las dificultades económicas, aunque en el discurso de hoy también desgranará las medidas con las que más a largo plazo pretende paliar la crisis.

Austeridad y trabajo

Su programa de gobierno ocupará las dos terceras partes de su intervención, en la que no tendrá límite de tiempo y que dividirá en cuatro apartados. Así, comenzará su discurso con unas “reflexiones generales” sobre cómo debe ser la acción del nuevo Ejecutivo y, a continuación, efectuará un “diagnóstico” de la situación actual de Galicia y, con “especial énfasis”, en el contexto económico.

En tercer lugar, hará una “detención especial” en su proyecto de gobierno, que diferenciará tres partes, al igual que el programa con el que el PPdeG concurrió a las pasadas autonómicas: economía, bienestar y autogobierno. Finalmente, Feijóo pedirá el apoyo de la Cámara autonómica para ser investido presidente y también el respaldo de la sociedad para abordar los asuntos de interés general para la comunidad gallega, todo ello bajo el compromiso de “austeridad y trabajo”.

Durante su intervención, el futuro presidente mostrará el diseño del nuevo Gobierno, cuya principal característica será la reducción a diez del número de consellerías, aunque para ello haya que incrementar la cifra de direcciones xerais.

Como posible estructura, Feijóo pretende agrupar en una “superconsellería” las competencias de política territorial y medio ambiente, dejando la ejecución de las infraestructuras y de vivienda en otra de Obras Públicas, mientras que Sanidade podría incorporar las competencias de servicios sociales.

Aunque comenzó a elaborar su discurso durante la pasada Semana Santa, Feijóo dedicó la jornada de ayer a cerrar los flecos de la intervención. Pese a que consultó con algunos de sus más estrechos colaboradores parte del guión, el próximo presidente autonómico ultimó en solitario los detalles de su declaración hasta bien acabada la tarde.

En la que será una jornada decisiva en su acceso a la Xunta, el candidato prevé dirigirse directamente al Parlamento desde su domicilio particular en Vigo, ya que su intervención está fijada para las 10.00 horas.

Tras 48 horas de reflexión, el jueves se reanudará el pleno a la misma hora en la que haya concluido hoy, con intervenciones de los portavoces de los tres grupos parlamentarios y del propio Feijóo. Sobre las seis de la tarde se prevé el inicio de la votación para elegir al presidente.