La UPG, el partido hegemónico dentro del Bloque Nacionalista, se ha lanzado ya a la carrera para conseguir el liderazgo de la formación frentista proponiendo su propio candidato a portavoz nacional y desmarcándose de los llamados quintanistas que prefieren a Carlos Aymerich. El concejal del Ayuntamiento de Pontevedra, Guillerme Vázquez, es la persona elegida por el llamado núcleo duro del BNG para convertirse en la nueva cabeza del proyecto nacionalista. Para ello han oficializado una candidatura a la Asamblea Nacional que se celebrará el 10 de mayo en la que contarán además con el apoyo de militantes independientes.

Aunque tras la dimisión de Anxo Quintana y de la ejecutiva del BNG, se hicieron constantes llamadas a la unidad dentro de la organización nacionalista, al final las distintas corrientes que conforman el Bloque no han logrado ponerse de acuerdo a la hora de presentar una candidatura conjunta a la Portavocía Nacional. En principio, son tres los aspirantes a liderar la formación frentista.

El primero en dar el paso fue Xosé Manuel Beiras, líder de Encontro Irmandiño, y el más crítico con la línea oficial del BNG. El histórico líder nacionalista cuenta con el apoyo de los afines a Camilo Nogueira y con Esquerda Nacionalista. Aún así el peso de estas corrientes es mínimo dentro del Consello Nacional del BNG.

Sin embargo, el sector quintanista que nació en torno al que fue portavoz nacional del Bloque, Anxo Quintana, ha ido ganando peso entre los nacionalistas hasta el punto de estar en condiciones de echar un pulso a la UPG, partido con representación mayoritaria en los órganos de dirección del Bloque.

Y aunque en un principio se preveía una alianza entre ambos sectores que permitiera llevar a la Asamblea Nacional un único candidato, finalmente han chocado al intentar cada uno hacer prevalecer sus criterios. “Se quieren arrogar una representación que no tienen”, explican desde la UPG.

Desde la Unión do Povo Galego defienden que al ser el partido con mayor peso dentro del BNG es “lógico” también que ostenten la Portavocía Nacional. Además ponen una pega al candidato que proponen los quintanistas: la UPG defiende que el nuevo líder del BNG debe tener dedicación exclusiva a su cargo dentro de la formación frentista, es decir, “estar liberado de tareas institucionales o ejecutivas”, y Carlos Aymerich ya es portavoz del grupo parlamentario.

Por la misma razón, la UPG descartó a otros de sus posibles candidatos como Francisco Jorquera, que es diputado en el Congreso, o Francisco García, que es alcalde de Allariz.

Pero, al margen de los nombres, hay también discrepancias ideológicas de fondo. La Unión do Povo Galego, que lidera Francisco Rodríguez, se define como un partido “con una especial sensibilidad a las clases trabajadoras”, mientras que, según aseguran, los quintanistas “son más centristas, ponen menos énfasis en esa cuestión”.

El idioma es otro de los puntos de fricción. Mientras los afines a Quintana proponen mayor flexibilidad en la batalla por la normalización lingüística, en la UPG no están dispuestos a cesar en la defensa del gallego.

Tres candidatos

El resultado de estas divergencias es que sobre el tapete hay ahora mismo tres nombres para liderar el BNG: Guillerme Vázquez, Carlos Aymerich y Xosé Manuel Beiras.

El próximo 18 de abril se celebrarán las asambleas comarcales del BNG en las que se elegirán a los delegados que acudirán al cónclave del 10 de mayo. En estas asambleas locales los tres candidatos medirán sus fuerzas y verán el apoyo que reciben de las bases. En función de lo que resulte, la UPG asegura que está dispuesta a negociar “hasta el último momento” con las demás corrientes para presentar a la Asamblea Nacional una única candidatura de consenso, pero avisa de que, en principio, no renunciará a que Guillerme Vázquez sea portavoz nacional del Bloque. En la pugna por liderar el BNG, han incorporado a militantes independientes e incluso han dado nombre al grupo que apoya al concejal pontevedrés: “Alternativa pola Unidade”.