La alianza del BNG con ERC, Aralar y EA a las elecciones europeas marca un cambio de rumbo en la política de los nacionalistas gallegos. El Bloque pretende formular un discurso más de oposición. Y para ello ha decidido marcar distancias con las dos formaciones nacionalistas con las que, por primera y única vez, concurrió a las europeas -CiU y PNV-. Pese a que socios en Galeuscat atribuyen la renuncia de los nacionalistas gallegos a repetir candidatura conjunta a una “alianza ideológica”, el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, negó que haya un “giro ideológico” con su nueva opción.

Sin embargo, admitió que el cambio de socios en los comicios al Parlamento europeo se debe a “intereses electorales”. “Dicho claramente, entre ir de cuarto en una lista de PNV y CiU o ir de segundos con ERC o CHA, con el acuerdo de compartir la estancia en el Parlamento, la opción es esta”, argumentó Aymerich.

En la nueva cita con las urnas, tres meses después del batacazo electoral en los comicios gallegos del 1-M -el BNG se quedó con 12 diputados, uno menos que en la pasada legislatura-, los nacionalistas gallegos han decidido apostar por una nueva estrategia política, al renunciar a Galeuscat y apostar por una alianza con los nacionalistas de ERC, Aralar y EA. Tras los resultados de las elecciones autonómicas, el Bloque abrió un debate interno para tratar de determinar en qué había fallado su discurso y el cambio de rumbo que se debía iniciar en la formación nacionalista. Pese a que el portavoz nacional del BNG y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, había apostado por un discurso más moderado con el objetivo de captar en los comicios del 1-M al electorado no nacionalista, pero descontento con las políticas del PSdeG. A la vista de los resultados de estas autonómicas, el sector hegemónico en el Bloque (UPG) se replanteó si esa es la estrategia más conveniente ya que los grandes éxitos electorales que cosecharon los nacionalistas gallegos e produjeron en los momentos en que ejercía como férrea oposición a la Xunta del PP.

El debate sobre el futuro del Bloque concluyó en la conveniencia de hacer un discurso más de oposición. La primera señal de ese cambio de rumbo en la estrategia política del BNG y de su intento de escorarse a la izquierda es la ruptura de su alianza con PNV y CiU para las europeas del próximo mes de junio. Conscientes de que concurrir en solitario al Parlamento europeo no les abre la posibilidad de lograr escaño alguno, los nacionalistas gallegos han optado por una candidatura con tres partidos que apuestan abiertamente por la independencia -EA y Aralar, de País Vasco y Esquerra, de Cataluña-.

Por su parte, CiU y PNV concurrirán juntos a las elecciones europeas tras el rechazo del BNG a repetir la fórmula electoral con la que se presentaron a las elecciones de 2004, con la que lograron dos diputados. El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, reconoció que en estos momentos están negociando con Partido Andalucista (PA) y Coalición Canaria para que se sumen a esta candidatura.