Ahora sí, justo un mes después de la cita con las urnas, arranca oficialmente la octava legislatura en el Parlamento gallego. Los 75 diputados elegidos el 1-M toman hoy posesión de sus asientos en O Hórreo como paso previo a la designación del nuevo presidente de la Xunta en un par de semanas. El arco parlamentario vuelve a teñirse de mayoría absoluta con los 38 escaños del Partido Popular en una nueva etapa en la política gallega que se caracterizará, entre otras cosas, por una enorme renovación de los protagonistas del debate público. Caras nuevas que, en muchos casos, se corresponden también con una edad muy por debajo de la media que hasta ahora rondaba la Cámara autonómica hasta rebajarla a los 45 años.

Parte de la explicación a la renovación está, precisamente, en los cambios experimentados en los propios partidos. Especialmente en el caso del PP, que tras la retirada de muchos de los nombres propios que integraban sus filas en anteriores legislaturas, Alberto Núñez Feijóo -que será el titular del Ejecutivo gallego más joven de los últimos veinte años- apostó por “una nueva generación” que ha llevado a que la mitad de los nuevos diputados sean nuevos en el terreno autonómico. “Me lo planteo como la Universidad, voy a aprender de los que tienen más experiencia”, cuenta José López Campos, estradense. “Me gustaría -confiesa- poner mi grano de arena para que el interior de Galicia aparezca en el mapa”. Como él, un total de 29 diputados electos, con el cargo jurado o prometido a partir de hoy, recuperarán la actividad del Parlamento gallego.

En el caso de los socialistas, la renovación pasa por la incorporación de María Xosé Caride -hasta ahora conselleira de Política Territorial-, María Quintas -que consiguió plaza tras el recuento del escaño por la emigración en Ourense-, Silvia Belén Fraga, elegida por A Coruña; y Sonia Verdes Gil, por Ourense. En el PSOE está el más veterano por edad, Francisco Cerviño -con su cuarta legislatura-, al que le anda muy cerca el estrenado popular Pedro Arias (1949) y el propio presidente de la Xunta en funciones, Emilio Pérez Touriño, que, en principio y según sus palabras, seguirá de momento como parlamentario tras la dimisión como máximo responsable del partido.

El conselleiro nacionalista Fernando Blanco recupera el acta -ya fue candidato en el 2005 y renunció tras el nombramiento para el departamento de Innovación e Industria- y Teresa Táboas y Alfredo Suárez Canal se meten en O Hórreo por primera vez. Anxo Quintana, el vicepresidente en funciones, también se mantiene. En el seno del Bloque está otra de las integrantes más jóvenes de la Cámara, la sarriana Ana Pontón (1977), que será la viceportavoz del grupo parlamentario por detrás de Carlos Aymerich.

Muchas mujeres, sí, porque cumpliendo con la normativa de igualdad, en O Hórreo supondrán hasta el 40% de todos los representantes políticos gallegos para los próximos cuatro años. Una de las grandes diferencias con lo que ocurrió al comienzo de la anterior legislatura será la ausencia de Manuel Fraga.