c. villar  Santiago

Aunque se trata de la enfermedad que mayor número de muertes ha causado en la historia de la humanidad y está infectada una tercera parte de la población mundial, sólo en Euskadi se mantiene la vacuna contra la tuberculosis en los niños. Se administra ya antes de salir del hospital. Pero si el neonato es gallego, no recibirá esta protección y en cambio, a las pocas horas de respirar aire, ya habrá podido sufrir su primera inyección contra hepatitis B. En cambio, si sus padres quisieran que ese bebé también quedase inmunizado contra la hepatitis A, tendrían que haber nacido en Cataluña, Ceuta o Melilla. La razón es que no hay un calendario de vacunación único en España y cada comunidad aplica el suyo.

Aun así, los gallegos son de los niños que más temprano comienzan a recibir inyecciones preventivas, porque en comunidades como Murcia o Navarra el primer pinchazo no llega hasta los dos meses. En el caso de Galicia, con esa edad ya están recibiendo la denominada vacuna hexavalente contra la difteria, el tétanos y la tos ferina de tipo acelular.

Será en este momento, a los dos meses, cuando el niño reciba la mayor cantidad de vacunas de las programadas en el calendario, al menos en la comunidad gallega, ya que a las anteriores se les unirá otras cuatro. Además de las que recibirán en la primera infancia, las niñas gallegas que vayan cumpliendo 14 años serán inmunizadas contra el virus del papiloma humano y un posible cáncer de cérvix.

Esta novedad no la recogen todas las autonomías, ya que en España existe diecinueve calendarios de vacunas distintos, uno por cada comunidad más Ceuta y Melilla, en un mapa de la inmunización que refleja -tanto en las edades como en las enfermedades seleccionadas- un panorama de diferencias que crea confusión.

Los 19 cumplen con las pautas aconsejadas por el Consejo Interterritorial de Salud, que reúne a los consejeros del área de cada comunidad y al Ministerio. Pero estas normas son muy amplias y por eso en Galicia se vacuna a los niños contra el tétanos a los catorce en años, mientras que en Euskadi se aplaza hasta los 16 y en otros se suministra ya a los 13, como ocurre en Asturias o La Rioja, por ejemplo.

Con la varicela tampoco hay unanimidad. Esta enfermedad, que afecta al 95% de la población, suele darse entre los seis y los diez años. No obstante, ninguna autonomía vacuna a los pequeños contra ella hasta precisamente, como muy pronto, los diez años.