Las elecciones se celebrarán definitivamente el 1 de marzo. Será la octava vez que los gallegos sean llamados a las urnas para elegir a su Parlamento autonómico. La decisión de señalar el primer domingo de marzo responde a los criterios, según explicó ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, de acortar al máximo el periodo preelectoral por la "incertidumbre" que siempre genera, separar los comicios gallegos de los europeos y los vascos, pero, sobre todo, para hacer frente a la crisis con la "mayor eficacia" y la "máxima operatividad en la aplicación de la política económica de la Xunta".

La jornada política de ayer fue marcadamente electoral. A primera hora, Touriño informó al Consello de su decisión y acto seguido telefoneó al líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, para comunicarle la fecha. Minutos más tarde, en la primera pregunta de control parlamentario al Gobierno, el presidente de la Xunta anunció oficialmente la cita con las urnas. Dos horas más tarde, de nuevo en las dependencias del Ejecutivo en San Caetano, explicaba -en una declaración institucional- los motivos que le llevaron a elegir el 1 de marzo, como adelantó este periódico.

Touriño esperó a que el Parlamento aprobara los presupuestos autonómicos de 2009 para hacer pública la fecha de los comicios. "Con esta ley contamos con una herramienta adecuada para que la Xunta siga liderando la lucha contra los efectos de la crisis en nuestra comunidad", aseguró.

Tras analizar las diversas opciones que ofrecía el calendario, consideró como la más adecuada el primer domingo de marzo, inclinándose por ésta porque así se recorta el periodo preelectoral y, en consecuencia, se está en mejores condiciones de hacer frente a la crisis con la "mayor eficacia", que es la "principal prioridad".

También influyó que una vez terminado el periodo de sesiones en el Parlamento -donde el mes de enero es inhábil- se da casi por agotada la legislatura y los partidos entran ya de forma inevitable en una etapa donde toda la actividad política queda condicionada por la cita con las urnas. "Esto genera siempre un cierto grado de incertidumbre que no debe prolongarse más de lo estrictamente necesario y se trata de despejar cuanto antes el horizonte político de Galicia para los próximos cuatro años", comentó.

Touriño defendió además que la comunidad tenga su propio espacio electoral, "para que los ciudadanos hablen de y desde Galicia", por lo que buscó distanciarse de los comicios europeos, previstos para junio, y de los del País Vasco, que se celebrarán a finales de marzo, probablemente.

Ya fuera de la declaración institucional, el presidente de la Xunta se mostró convencido de que Galicia "no dará un paso atrás" ni mirará al pasado, por lo que "apostará porque el cambio continúe".

Touriño firmará el decreto de disolución del Parlamento el 5 de enero, según sus previsiones, y la campaña electoral comenzará el 13 de febrero y terminará el 27 del mismo mes. Como siempre, durará quince días.