Más de 2,6 millones de gallegos podrán ejercer su derecho al voto en las próximas elecciones autonómicas, que finalmente tendrán lugar el próximo 1 de marzo, lo que representa unos 30.000 electores más que en los comicios de 2005.

Según los datos de la Oficina del Censo Electoral, a 1 de noviembre de 2008, 2.637.601 gallegos están llamados a las urnas: 2,3 millones en Galicia y, el resto, más de 334.000, en el extranjero. De esta forma, y si se comparan estas cifras con las elecciones de 2005, 30.092 nuevos electores podrían votar el 1 de marzo y, de estos nuevos votantes, la mayor parte son residentes en el extranjero.

La provincia con mayor número de censados sigue siendo A Coruña, con 1.067.815 censados; le sigue Pontevedra con 869.927, Ourense con 324.277, y Lugo con 375.582.

La campaña de las autonómicas se iniciará, oficialmente, a las 00.00 horas del viernes 13 de febrero y concluirá dos semanas después, el viernes día 27, de forma que la última semana en la que los políticos pueden pedir el voto a los gallegos coincidirá con los Carnavales. En la cita con las urnas, los gallegos renovarán los 75 diputados de la Cámara autonómica en las que serán las octavas elecciones democráticas de Galicia.

Desde los primeros comicios autonómicos, en 1981, han pasado 27 años y un total de cuatro presidentes por la Xunta --Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe, Manuel Fraga y Emilio Pérez Touriño--. Casi tres décadas han reducido el número de partidos en el arco parlamentario gallego y, frente a las seis fuerzas que lograron representación en las primeras autonómicas, en la actualidad sólo existen tres --PPdeG, PSdeG y BNG--.

Tradicionalmente, las elecciones gallegas se han celebrado en los meses finales del año, una tendencia que sólo alteró Fraga las pasadas autonómicas --en las que perdió la mayoría absoluta-- al adelantarlas al mes de junio.

En el caso de la próxima convocatoria, la cita electoral tendrá lugar el primer domingo de marzo para alejar los comicios gallegos de los vascos, previstos para ese mismo mes, y tres meses antes de la fecha tope para que las autonómicas no coincidan con las europeas, aunque este "adelanto técnico" no será percibido por el electorado, según apuntó en declaraciones a Europa Press el catedrático de Derecho Constitucional Roberto Blanco Valdés.

Abstención

Por el contrario, consideró que serán otros los factores que incluyan en la participación y en el sentido de voto de los gallegos, como la climatología. Al respecto, razonó que marzo registra más posibilidades de mal tiempo que otros meses, lo que podría incrementar los índices de abstención, algo que tradicionalmente perjudica a los partidos de izquierdas.

A su entender, la participación --que fue del 68,1 por ciento en 2005-- también puede verse afectada por la situación de crisis económica aunque, dado el actual contexto de "sobresaltos" diarios, consideró que es "difícil" prever en qué medida. En todo caso, auguró que su incidencia será "menor" que en los comicios europeos, puesto que la percepción de la ciudadanía es que los gobiernos autonómicos tienen "poco margen" de actuación para paliar las dificultades.

Las elecciones de marzo serán los primeros comicios que se celebren tras las últimas generales, lo que otorga a las autonómicas relevancia a nivel nacional. "Estas elecciones son muy importantes para los dos grandes partidos", reflexionó en alusión a PP y PSOE y, de forma especial, aludió al actual líder de la oposición, Mariano Rajoy, para quien es importante una victoria electoral tras la derrota en las generales.

Blanco Valdés vaticinó que las autonómicas serán "muy disputadas" y, aunque consideró "improbable" que el PP recupere el poder, enfatizó que el actual partido de la oposición se mueve en una franja de previsión de votos cercana a la mayoría absoluta, por lo que "una jornada puede hacer que gane las elecciones". En su opinión, la celebración o no de debates televisivos puede decidir la continuidad del bipartito o que el Partido Popular recupere la Xunta.