Los diputados gallegos debaten desde ayer, y hasta hoy, los que serán los últimos presupuestos de esta legislatura, los correspondientes a 2009, que será año electoral. Esta circunstancia no pasó ayer desapercibida para ninguno de los grupos, que se lanzaron acusaciones de intervenciones demagógicas y electoralistas. Además, la oposición alertó al bipartito de que éstas serán las últimas cuentas que esta coalición presentará ante la Cámara.

Los tres partidos presentaron ayer sus argumentos ante el proyecto de presupuestos. El PPdeG denunció que con esta propuesta la Xunta acabará con un déficit de 1.070 millones de euros, es decir, casi el 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), según expuso el diputado "popular", Alberto Sueiro. De modo que esta cifra duplica, dijo, lo que permite la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que pone el límite en el 1 por ciento. Precisamente, es este el volumen de deuda que reconoce el bipartito (598 millones). No obstante, justificó la "flexibilidad" en el déficit como una fórmula para afrontar los imprevistos, máxime en un momento de crisis económica como el actual.

Sueiro explicó que a los 598 millones de euros previstos por la Xunta, hay que sumar los 273 del anticipo de deuda sanitaria, y otros 200 millones que usará el Igape para la compra de activos. Matizó que, aunque esto no computa como deuda, sí la genera. En este sentido, criticó la apuesta de la Xunta por un "déficit ilimitado". Por tanto, consideró que los presupuestos presentados "no responden a las necesidades de Galicia" y sólo responden a una lucha de poder entre los socios del bipartito, que se "reparten el botín entre los dos".

Críticas al "déficit cero"

Por su parte, tanto el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, como el del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, negaron que la deuda de la Xunta vaya a superar el 1 por ciento reconocido. A pesar de ello, ambos insistieron en que el proyecto debe garantizar la flexibilidad suficiente para tomar las decisiones oportunas ante posibles imprevistos, como el descenso de ingresos tributarios estimados.

Aymerich se mostró "muy crítico con el dogma del déficit cero". Por ello, abogó por acudir a la deuda "si es para satisfacer necesidades sociales", para que no sean las familias que menos tienen las que tengan que sobreendeudarse. "La deuda pública es el motor para salir de la crisis", sentenció el diputado nacionalista. Además, recordó que el anterior gobierno del PP dejó el déficit de la comunidad más alto que el que dejará el actual Ejecutivo, y criticó la enmienda presentada por el_PP para impedir a la Xunta revisar la posibilidad de aumentar su deuda.

Fernández Leiceaga consideró que el incremento de la deuda será positivo para disminuir el desempleo "a corto plazo". Por ello, indicó que hay que optar "por un déficit controlado ahora o por un mayor déficit en el futuro e incontrolado".

"Anomalía democrática"

El PPdeG presentó ayer 36 enmiendas al articulado del proyecto de presupuestos, que tanto PSdeG como BNG anunciaron que rechazarán. Ante este anuncio, Alberto Sueiro acusó a los socios del bipartito de respaldar una "anomalía democrática", ya que los partidos del Gobierno no aprobarán ninguna enmienda presentada por el PPdeG, cuando, dijo, su grupo apoyó el 70 por ciento de las del PSOE y el BNG "a cambio de nada".

Leiceaga justificó el rechazo de su partido a los planteamientos del PP por ser "redundantes" e "imprudentes", una justificación que se repitió a lo largo del debate del resto de las enmiendas. Por su parte, Aymerich argumentó su negativa en que las propuestas del PPdeG limitan los servicios públicos y apuestan por que en tiempos de crisis "los ricos paguen menos".