A pesar de las sospechas sembradas por el PP en torno al concurso eólico y a que la Consellería de Innovación aún no ha entregado ninguna documentación a la comisión encargada de la selección de los adjudicatarios, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, defiende la transparencia del proceso que, según dice, "será aplaudido por la mayoría de la sociedad gallega".

Las garantías residen, según explicó, en que se trata de un "concurso reglado". En este sentido, Quintana ironizó recordando que "antes no se podía discutir si había más o menos transparencia porque es la primera vez que hay un concurso de estas características".

Antes de la presentación de un libro que recoge conversaciones entre él y Xosé Luis Barreiro Rivas, Quintana incidió en que este concurso marca "un antes y un después". Así recordó que el proceso permite que "por primera vez los gallegos sean propietarios de un buen paquete de megavatios", ya que la Administración participará en la gestión de los nuevos aerogeneradores.

"Estamos cambiando el modelo y el sistema. No esperábamos el aplauso de los que sustentaban el modelo anterior", apuntó en relación al Partido Popular, que esta semana denunció que en el concurso eólico faltaba transparencia, que era parcial y que fomentaba la especulación de megavatios.

A las dudas planteadas por el PP por el proceso, se suma que a sólo cinco días de resolverse el concurso la comisión encargada de seleccionar los proyectos adjudicatarios de los nuevos aerogeneradores aún no ha recibido la documentación de la Consellería de Innovación y, por lo tanto, aún no ha empezado a valorar a los aspirantes.

El concurso eólico supone un negocio que supera los 2.800 millones de euros y en el que compiten los principales grupos energéticos españoles e internacionales. La Consellería de Industria, promotora del concurso, mantiene el suspense de las firmas beneficiarias hasta tal punto que otros miembros de la mesa de contratación, como representantes de consellerías de Política Territorial o Medio_Ambiente, han mostrado su malestar.