Ante la posibilidad de que estallasen incidentes violentos, el Partido Poopular echó mano de agentes privados de una compañía de seguridad. Más de una veintena de este personal blindó los accesos al Centro de Desarrollo Local de Mos.

Sin embargo, ésta no fue la única presencia disuasoria que podrían haber utlizado los populares. Porque en el recinto llamó la presencia de un grupo de jóvenes corpulentos con unas pegatinas en sus cazadoras con el lema "Moción sí, bipartito no" . La la ya ex alcaldesa, María Jesús Escudero, no dudó en definirlos como "matones".

Una vez iniciada la sesión y ante la imposibilidad de comenzar el debate, Escudero, pidió al secretario de la Corporación que ordenase "a expulsión dos matóns que é o que piden os veciños". La número uno del PP, Nidia Arévalo, exigió "igualdad para todos" de modo que de desalojar a alguien "qué desaloxen a todos".

Arévalo negó, sin embargo, que hubiese contratado "matones" y aseguró que todas las personas que había en la sala eran vecinos. "Como eles trouxeron veciños afíns ó Partido Socialista, tamén viñeron veciños que nos apoian a nós" respuso.

La recién nombrada alcaldesa de Mos sí reconoció haber solicitado los servicios de una empresa de seguridad privada que envió, una veintena de profesionales uniformados. "Decidímolo así porque onte, (por el jueves), non tiñamos confirmación nin do delegado nin do subdelegado do Goberno de que ían enviar patruias da Guardia Civil e dende o Concello díxosenos que só ían enviar a dous axentes da policía local, dos catro que hai".

En su intervención, Escudero acusó al PP de "vir acompañados dun autobús de gardas de seguridade e dunhas persoas cunha imaxe máis propia de matóns que de veciños" y consideró que actuó así "porque ten medo".

El despliegue de fuerzas de seguridad en Mos fue máximo. Tres patrullas de la Guardia Civil, dos policías locales y una docena de agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad-GEOS acudieron a la cita.