"Tenemos pocas esperanzas pero tenemos que cruzar los dedos, por lo menos recuperar los cuerpos", ha añadido.

Las embarcaciones "Irmáns García Nodal" y "María de Maeztu" permanecieron toda la noche rastreando la zona del hundimiento, a unas 24 millas al noroeste de San Cibrao, y hace unos minutos partió la aeronave "Rosalía de Castro", a la que se sumará el "Helimer Galicia" que será relevado por el "Pesca 2", han informado a EFE fuentes de Emergencias.

Por el momento, cinco de los trece marineros -ocho portugueses y cinco indonesios- del arrastrero, con base en el puerto de la localidad portuguesa de Leixóes, lograron sobrevivir.

Se trata de los portugueses Adriano Olibeira, Serginho Da Silva, Augusto Maia de Jesús y Luis Olibeira, y el indonesio Rudaman que, tras ser trasladados al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, ya han recibido el alta. Tan sólo Luis Olibeira permanece ingresado.

Los cuatro prestaron ayer declaración sobre lo ocurrido ante la Guardia Civil y la Policía Judicial en Burela (Lugo), y se prevé que hoy haga lo mismo Luis Olibeira en cuanto reciba el alta esta mañana, ha explicado Lavaller.

Si los supervivientes no son requeridos a lo largo de la mañana, regresarán a sus casas en Portugal a excepción del indonesio, que lo hará más adelante a su país.

El armador ha detallado que todas las familias de los marineros están en Burela, con los supervivientes, y en Foz, en cuyo tanatorio permanecen los cuerpos de los tres fallecidos -Mario Castaño da Silva, patrón del barco; José Tomé, el primer mecánico; y José Agraca, el contramaestre de redes- que serán repatriados a Portugal en cuanto tengan la autorización para ello.

El barco hundido, de casco de acero y que había sido construido en el año 1978, tenía 34 metros de eslora y habitualmente operaba desde el puerto de Burela, a pesar de tener pabellón de Portugal, han informado a EFE fuentes de la Capitanía Marítima.