A expensas de conocer con más detalle el nuevo borrador de decreto de atención a la diversidad, el vicepresidente de Fademga -Federación de Asociaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia-, advierte a la Consellería de Educación que en la escolarización de niños disapacitados debe prevalecer siempre el principio de "integración" y asegura también que debe darse libertad a los padres para decidir en qué colegio quieren matricular a su hijo.

-¿Qué les parece la iniciativa de Educación de agrupar a los alumnos con minusvalía en un colegio por cada zona?

-Es díficil establecer una opinión autorizada teniendo en cuenta que desconocemos el contenido de ese decreto. Habrá que ver qué objetivos se pretenden. Si de lo que se trata es de que en determinadas zonas del rural pueda haber centros de referencia mejor dotados para atender a estos niños puede tener sentido, pero sería distinto si la intención es sólo aliviar el trabajo de los centros. En todo caso, está claro que los padres deben tener capacidad de elección para decidir escolarizar a su

hijo teniendo en cuenta la cercanía con respecto al domicilio familiar.

-¿Cuál es la mejor opción para un niño discapacitado: compartir aula y colegio con los demás alumnos o recibir una atención específica por separado?

-El principio de la integración es un principio insoslayable. Se debe evitar convertir los colegios en guetos. Aún así, no soy fundamentalista, y hay que pensar que, según las condiciones de la persona y sus circunstancias, puede ser necesario un centro de educación especial. Lo que deben tener los padres es la capacidad de elegir, aunque sea con el apoyo de un profesional o de la Administración que los asesore.

-¿Cuáles son las principales carencias en la atención educativa a niños con discapacidad?

-No hay financiación para lo que llamamos preparación para la vida adulta. Algunos chicos están en los centros hasta una edad muy avanzada y ¿después qué? Por ley se reconoce que hay que llevar a cabo programas de formación, pero eso hay que hacerlo efectivo. Se trata de que reciban una educación básica complementada con un aprendizaje que les ayude cuando salgan del colegio y puedan integrarse en el mundo laboral ordinario. Sin embargo, la consellería nunca ha financiado estos planes. Existe programas de garantía social para aquellos estudiantes que no han culminado la enseñanza obligatoria, pero también tenemos dificultades para acceder a estos programas.