O Valedor ha pedido una tregua, pero la paz ha durado poco y, cada uno a su manera, se sitúa tras las trincheras para continuar con su guerra. La petición dirigida por Benigno López a los grupos parlamentarios para despolitizar el idioma de modo que este no se convierta en un elemento de confrontación ha provocado las críticas del BNG , los aplausos del PP y la complacencia del PSdeG.

Aunque estas dos últimas formaciones no se han sentido "aludidas" por la reprimenda, como afirma el socialista Ismael Rego e incluso, como ocurre con el PP, consideran el informe de O Valedor una "nota de cordura y sensatez", no han desaprovechado la ocasión para culparse mutuamente de las desavenencias suscitadas en el panorama lingüístico gallego.

El BNG, a través de su portavoz en materia lingüística en el Parlamento, Bieito Lobeira, considera que "quien defiende una alternativa política clara, lamentablemente antigallega", es el propio Valedor y se pregunta "¿Quién nos vale de O Valedor"?

El diputado del Bloque aseguró que "el análisis realizado por O Valedor reproduce el viejo esquema del gallego apto para la agroganadería, los recitales de poesía o para poner en una vitrina, pero no para otro tipo de uso social". "Vamos a combatir claramente esa visión que defiende él del gallego", indicó Lobeira, quien añadió que su formación va a "tomar nota".

Por su parte, los populares alabaron ayer en un comunicado lo que consideran una "postura coherente" que "recoge el sentir mayoritario" de la sociedad gallega. No obstante, en la misma nota, el PPdeG reabre el frente de batalla al culpar al bipartito de "impulsar una estrategia de crispación e imposición idiomática" desde su llegada al poder, como queda demostrado, argumentan, por la "tensión surgida en la enseñanza y otros campos" después de lo que definieron como "lustros de bilingüismo cordial" en Galicia.

El PPdeG cree que la "sucesión de desacuerdos idiomáticos irreconciliables" entre PSdeG y BNG en el Gobierno "acabó trasladando la lengua a las trincheras políticas, creando un conflicto innecesario".

Los socialistas, no obstante, devuelven el golpe y entienden que la culpa es del PPdeG. Así lo afirmó ayer Ismael Rego, quien, tras asegurar que su partido no "percibe" las palabras de López como una "reprimenda" y que "no" se dan "por aludidos", sino que se mueven "con comodidad" por su informe, achacó al partido liderado por Alberto Núñez Feijóo el haber roto el "consenso" logrado en su momento con la aprobación por unanimidad de la Lei de Normalización Lingüística.

"No creemos que haya un conflicto lingüístico en Galicia, fuera de que haya alguna estrategia partidista que sí promueve un conflicto, pero tiene un objetivo partidario que no tiene que ver con la defensa del gallego o del castellano", afirma Rego.