La furgoneta que atentó contra el convoy militar en Afganistán era en sí misma todo un arsenal. En su interior, el atacante suicida llevaba cuatro proyectiles de artillería gruesa y un cohete, que en su conjunto equivaldría a unos 30 kilogramos de dinamita TNT. Este material explosivo sería suficiente, según fuentes militares, para levantar por los aires a un carro de combate.

Los detalles sobre el alcance de la explosión se dieron a conocer ayer coincidiendo con la visita de la ministra de Defensa, Carmen Chacón, a Afganistán y tras realizarse las primeras investigaciones. La artillería iba acompañada además por 150 kilos de metralla con el objeto de reforzar la onda destructiva, a lo que se sumaría también el propio chasis del vehículo y su motor.

El vehículo, conducido por un suicida, impactó contra el BMR (Vehículo Blindado de Ruedas) español que cerraba un convoy integrado por 12 camiones del Ejército afgano y cinco BMR y un VANTAC (vehículo de ruedas) de las Fuerzas Armadas españolas.

Según las primeras investigaciones del atentado, los expertos militares españoles han deducido que la furgoneta iba cargada con al menos el equivalente a 30 kilos de explosivo y han encontrado restos de la explosión esparcidos por un radio de unos 150 metros.

La gran cantidad utilizada en este atentado suicida ha sido lo suficientemente abundante que hubiera hecho volar por los aires a un carro de combate, según fuentes militares.

El vehículo suicida era una furgoneta de la marca Toyota, de color blanco, cuya explosión hizo un enorme cráter en el lugar de los hechos.

Varios expertos consultados por este periódico constataron que una carga explosiva equivalente a 30 kilos de dinamita es "alta", pero que su poder no sólo depende de la cantidad, sino de su colocación. Si la carga está confinada, es decir, en un recipiente, su capacidad de destrucción aumenta considerablemente. Y en parte es lo que pasó con el coche bomba, a llevar los explosivos en su interior.

Los BMR tienen un blindaje medio, puesto que están diseñados para el transporte. Su parte delantera es la más reforzada. Pero el ataque llegó por detrás, donde tiene la puerta de acceso. "Los BMR tienen su mayor blindaje por delante, porque se supone que el ataque llegará de frente. Además, su diseño es en ángulo, para desviar la onda expansiva, pero la parte de atrás es la más débil, porque tiene la puerta", explica Rafael Barrionuevo, profesor de la Universidad de Vigo y miembro del Comité Tecnológico de Normalización de Seguridad en Minas y Explosivos, además de ser un conocer de la tecnología militar.

Barrionuevo no considera probable, como aseguran fuentes del Ejército, que los 30 kilos equivalentes de dinamita fueran suficientes para hacer volar por los aires un carro de combate. Como mucho, dice, sólo podría reventarle las orugas y dejarle sin movilidad o, colocado estratégicamente en el punto de unión de la torreta, inutilizarlo por completo.

No obstante, Rafael Barrionuevo no quiere generar controversia y advierte que si ésa es la versión del Ejército, entonces la hay que dar por válida.