El secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, apeló ayer al "realismo" para reconocer que es "increíblemente difícil" que los emigrantes puedan votar en urna en las autonómicas del próximo año. A preguntas de los periodistas sobre este tema, Rodríguez explicó que, aunque el Congreso de los Diputados apruebe la reforma de la Ley del Régimen antes de los comicios gallegos, no se deben obviar las "dificultades logísticas" para garantizar la seguridad y el orden del sufragio de los residentes en el exterior.

"No creo que haya método para montar la logística fenomenal que es necesaria", enfatizó, para concluir que es "difícil" que el voto en urna sea una realidad en las autonómicas. "Esto no se hace en una semana, no se reduce a montar diez urnas en Buenos Aires y Montevideo", ilustró.

Sobre la reforma de la nacionalidad para los hijos y nietos de los emigrantes que marcharon de España en 1936 y 1955 -aprobada el viernes por el Consejo de Ministros-, el nuevo reglamento genera más preguntas que respuestas. Debido a la "complejidad" que supone el proceso de adquisición del pasaporte español, Manuel Luis Rodríguez asume que sin una "interpretación generosa" por parte del Gobierno central no se dará respuesta a las expectativas creadas en la emigración.

La secretaría xeral de Emigración ya ha hecho cálculos y estima que "entre 120.000 y 140.000" descendientes de gallegos son posibles beneficiarios, aunque nada se sabe de lo que pasará con los nietos de quienes emigraron antes de 1936 y después de 1955.