Los gobiernos de Asturias y Cantabria presentaron ayer una declaración conjunta para demandar criterios comunes para el nuevo modelo de financiación autonómica. Ambas regiones defienden, al igual que Galicia, que se debe incluir la orografía, la dispersión y el envejecimiento.

El jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Angel Revilla, ha considerado esta petición como "lógica y justa" dado que la dispersión, la geografía y el envejecimiento de los ciudadanos son factores que incrementan el coste de los servicios públicos.

El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, quien hace tres meses ya planteara un frente común con la Xunta, ha calificado este criterio como "algo obvio" ya que no son iguales los gastos sanitarios y educativos en las grandes ciudades que en las zonas alejadas o en las montañas. Álvarez Areces añadió que el coste de los servicios es distinto en cada comunidad, por lo que el sistema de financiación debería "nivelar lo que no alcance con las recaudaciones propias y los tributos cedidos por cada comunidad".

"Lo importante" para el presidente de Cantabria es que se apruebe un documento que recoja las necesidades de cada autonomía" y pide que "sea un modelo que tenga una continuidad para años de crisis y para años de auge".

Revilla también quiso dejar claro que lo que no se puede tener en cuenta "jamás" a la hora de negociar el nuevo modelo de financiación es el resultado de las balanzas fiscales elaboradas por el Gobierno ya que estos indicadores económicos "no pueden ser un factor que condicione el reparto de fondos". Pese a todo, el cántabro confía en que el Gobierno de Zapatero tenga en cuenta la situación de algunas comunidades.