X. A. Taboada / Santiago

Si los ayuntamientos fueran empresas empresas, los ciudadanos de 36 municipios gallegos debería estar preocupados. El Consello de Contas, en su informe fiscalizador correspondiente al año 2005, ha dado la voz de alerta sobre la situación de 36 ayuntamientos -diez de ellos en la provincia de Pontevedra-, a los que sitúa en un estado de "solvencia financiera comprometida". Esto es, cuando los ingresos no son suficientes para hacer frente a los gastos aprobados. "Es necesario vigilar su gestión", se advierte en las conclusiones del extenso informe sobre las administraciones locales.

En la lista de 36 ayuntamientos con una situación de solvencia económica en entredicho figura sólo una ciudad, Santiago, cuyo endeudamiento es el doble que la media de las demás urbes gallegas. El resto son todos ayuntamientos de más de 5.000 habitantes, a lo que se suma la mancomunidad de Ribeira Sacra, de quien el Consello de Contas destaca que liquidó un presupuesto de gasto ocho veces superior a los ingresos.

Los municipios con una solvencia comprometida, en unos casos a corto plazo y en otros a largo, son Santiago, Cangas, Redondela, O Porriño, Ponteareas, Valga, Bueu, Cambados, Silleda, Moaña, Baiona, Culleredo, Sada, Verín, Rianxo, Fene, Santa Comba, As Pontes, Outes, Vedra, Porto do Son, Ribadavia, Arzúa, Carnota, Ribadeo, Carral, Oroso, Ortigueira, Ponteceso, Cee, A Pobra, Melide, Padrón, Chantada, Negreira y Cedeira.

La situación es un poco mejor en las diputaciones de A Coruña y Ourense, pero han llegado también a un nivel de endeudamiento, superior en un 10% a los ingresos, que necesitan la autorización de la Xunta para firmar más operaciones de crédito a largo plazo.

Esta relación figura en los informes de fiscalización de la comunidad autónoma relativos al año 2005 que el conselleiro maior, Antonio López, entregó ayer la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino.

Ineficacia

El análisis ha puesto además de manifiesto el raquitismo presupuestario y la falta de eficacia de la Administración local de Galicia. En el caso de las cuatro diputaciones, la ejecución de las inversiones reales al acabar el año 2005 era sólo del 38% y en el conjunto de los ayuntamientos bajaba al 31%. "Este capítulo es relevante dado que es donde se concretan y se hacen realidad las obras de infraestructuras necesarias para la mejora de las condiciones de vida de la población", censura el Consello de Contas.

En cuanto a la bajas cifras de los presupuestos municipales, el informe fiscalizador ha constatado que otro año más la comunidad gallega es la autonomía con los ingresos más bajos del Estado, representando sólo el 66% de la media nacional.

Según informó Antonio López, 58 ayuntamientos (el 18% del total) no entregaron sus cuentas al Consello de Contas para que éste, conforme establece la ley, pudiera auditarlas. No obstante supone una mejora con respecto al año año, donde eran casi noventa municipios los que no fueron capaces de presentar a tiempo sus cuentas.