R. Prieto / A CORUÑA

Las peores sospechas se confirmaron. Tras cinco meses sin noticias del emigrante ourensano Raimundo Reinoso Taín, secuestrado en Carcacas el 26 de febrero cuando se dirigía a su taller mecánico, la División de Antiextorsión y Secuestro de Venezuela detuvo ayer en Macaraibo, en la frontera con Colombia, a dos integrantes de la banda que lo raptó. Los arrestados confesaron que el 6 de marzo, tan sólo 10 días después del secuestro, le dispararon varios tiros y lo arrojaron a un río próximo a la vivienda donde lo tenían retenido, en la zona montañosa de Barlovento, en Miranda, localidad cerca de Caracas.

Al cierre de esta edición, la policía venezolana trasladaba a los dos arrestados al lugar donde los integrantes de la banda se deshicieron del cadáver debido a su delicado estado de salud, ya que Raimundo Reinoso, de 67 años, había sido operado 15 días antes del rapto y estaba pendiente de una nueva intervención quirúrgica en las dos semanas posteriores. "Será cuestión de horas encontrar los restos, ya que se trata de un río pequeño", aseguraron a FARO fuentes de la investigación.

Precisamente el 6 de marzo, día que lo ejecutaron, se produjo el último contacto de los raptores -según la unidad encargada del caso integrada por al menos diez personas, entre ellos los dos detenidos ayer- con la familia para exigirles el pago del rescate de 700.000 bolívares, unos 150.000 euros. En esos días de cautiverio, hubo hasta cinco llamadas que mantuvieron a la familia Reinoso con la esperanza de encontrarlo con vida. Pese al desánimo, la esposa y las dos hijas del empresario secuestrado seguían intentando reunir el dinero del rescate hasta que ayer agentes de la División de Antiextorsión y Secuestro de Venezuela les comunicaron que los dos detenidos por el rapto declararon que lo ejecutaron tras diez días retenido en una casa de Miranda.

Al parecer, fue la ex mujer de uno de los implicados en el rapto la última persona ajena a la banda que vio con vida al empresario gallego. La noche del 6 de marzo, la ex mujer de uno de los secuestradores, propietaria de la casa ubicada en la localidad de Miranda, regresó a la vivienda y vio cómo su ex marido y su grupo sacaban del lugar a "un desconocido", según declaró el pasado mes de abril a la unidad encargada de la investigación.

Pese a que la División de Antiextorsión y Secuestro de Caracas no encontró casquillos de bala durante el rastreo hecho el pasado mes de abril la zona montañosa de Barlovento, en Miranda, donde estuvo retenido entre el 26 de febrero y el 6 de marzo, los dos detenidos ayer en Maracaibo declararon que tras esos diez días de cautiverio le dispararon en varias ocasiones y luego lo arrojaron a un río, lugar en el que anoche buscaban el cadáver del emigrante ourensano. La policía venezolana trata de localizar también a otros ocho implicados en el rapto del empresario gallego, entre ellos al menos dos mujeres. Al parecer los integrantes del grupo tiene antecedentes penales y están identificados como supuestos autores de anteriores raptos en Venezuela. La unidad encargada del caso sospecha que se encuentran huidos en Maracaibo, frontera con Colombia.