Moitos estábamos aquí cando intentábamos tirar a porta. Entón xa dicíamos que algún día esto chegaría a ser do pobo". Carmen Avendaño, emocionada, expresaba así su sentir como representante y vocal de las asociaciones contra el narcotráfico en el acto simbólico de toma de posesión del Pazo de Baión. Rodeadas de un sinfín de autoridades, las madres que hace casi 20 años escenificaron el levantamiento del pueblo contra el tráfico de drogas, cruzaron la puerta del mítico pazo.

Faltaban cinco minutos para el mediodía cuando Carmen Avendaño, presidenta de la federación gallega de asociaciones contra el narcotráfico, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y la conselleira de Sanidade, María José Rubio, y el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, atravesaron el portalón del pazo. Poco antes, Avendaño había pronunciado un emotivo discurso que acentuó el simbolismo del día de ayer.

La "Heroína" aprovechó para recordar a todos los cargos políticos que pusieron su empeño en acabar con las redes del narcotráfico en Galicia. También aprovechó para homenajear a "los cientos de familias arruinadas" por la droga y mostrar su orgullo por un acto que reflejaba "el triunfo del Estado de Derecho". Pero sobre todo, en lo que más hincapié hizo la portavoz de las madres, fue en que todavía les quedan "fuerza para seguir luchando".

Cámaras de todas las televisiones se congregaron ayer en el Pazo de Baión, que fue el máximo exponente del poder de Laureano Oubiña, para captar su toma simbólica por parte de la sociedad. El edificio ha pasado a pertenecer a la cooperativa vitivinícola Condes de Albarei, y su posesión se hizo efectiva la pasada semana. Sin embargo, ayer se llevó a cabo un acto pendiente, un acto que se le debía, en palabras de las autoridades presentes, a los que lucharon por acabar con el imperio del narcotráfico.

En el pazo se encontraron, 20 años después, personalidades claves de la Operación Nécora, la operación más importante contra el narcotráfico en Galicia. Allí estuvieron el fiscal antidroga Javier Zaragoza y el ex magistrado de la Audiencia Nacional Carlos Bueren, o el que fue subcomisario en Vilagarcía durante la operación, Enrique León. Tan solo faltaron, en palabras de Carmen Avendaño, Baltasar Garzón y el que fue juez en la capital arousana, José Antonio Vázquez Taín.

"Así me gusta, sin tirala" gritó una espontánea en el momento de apertura de la puerta del Pazo de Baión. Todos coincidieron en que la lucha contra el narcotráfico debe continuar, que la recuperación del pazo no es la victoria definitiva, pero merecía celebrarse.