El Valedor do Pobo entregó hoy a la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino, el informe ordinario del año 2007, en el que las cuestiones relacionadas con obras públicas y las expropiaciones fueron las que mayor número de quejas generaron ante la institución, ya que acapararon el 14 por ciento del total de 2.280 reclamaciones.

En rueda de prensa para presentar el documento, el valedor do pobo, Benigno López, explicó que en materia de expropiaciones "se corrigieron disfunciones observadas en otros informes", aunque advirtió de la "insuficiente respuesta" de la Consellería de Política Territorial con respecto a la fijación del tiempo justo para cobrar las expropiaciones.

Asimismo, el responsable de la institución también llamó la atención sobre atrasos en calificaciones urbanísticas y las bajas valoraciones económicas que se observan en algunas situaciones, además de mostrar su preocupación por "casos de expropiaciones de viviendas habituales".

En total, en este ámbito se registraron 319 del total de 2.280 quejas tramitadas el pasado año por el Valedor do Pobo, en donde también superaron las 250 las reclamaciones relacionadas con la administración económica, comunicación y nuevas tecnologías (293) y las de medio ambiente (278).

Justicia y sanidad

Otras de las áreas donde también hubo un elevado número de quejas fueron urbanismo y vivienda, empleo público e interior, sanidad y justicia. En este último caso, el 95 por ciento de los problemas planteados se refiere a retrasos en el proceso, ante lo cual el valedor apostó por mejorar la planta judicial y consideró necesario un esfuerzo inversor en el ámbito de lo Social y lo Contencioso.

En cuanto a la sanidad, 61 de las 173 quejas tramitadas el pasado año se referían a las listas de espera, sobre las que Benigno López consideró que la reducción lograda a lo largo de 2007 "apenas resulta apreciable", por lo que pidió una mayor dotación de medios y materiales.

Entre las más de 2.000 quejas tramitadas en 2007, medio millar más que en 2006, también hubo protestas relacionadas con la modificación de la Ley de Función Pública, la tramitación del DNI electrónico, cuestiones lingüísticas, de educación y sobre las las listas de espera en el programa de vivienda en alquiler.

A pesar de esta última cuestión, el valedor do pobo explicó que en el pasado ejercicio hubo "un descenso en quejas de urbanismo y vivienda", mientras que también pudo observar "intencionalidad por parte de ayuntamientos y Administración autonómica para empezar a atajar el problema" del botellón.

Precisamente, la cuestión del botellón fue abordada por la institución en alguna de las 40 quejas tramitadas de oficio, entre las que también afrontó la problemática de los ruidos y las colas que se dieron en la tramitación del DNI electrónico.

Estadística

Del total de quejas, hubo 1.539 sobre asuntos diferentes y las 749 quejas restantes fueron presentadas en serie, promovidas por una pluralidad de personas, pero con un mismo contenido y relativas a ocho temas diferentes.

Si se considerasen estas quejas en serie como una sola, el área con más quejas pasaría a ser la de empleo público e interior, seguida por sanidad y por urbanismo y vivienda.

Un 72 por ciento de las quejas tuvo relación con la Administración autonómica, de las cuales el 27 por ciento corresponde a la Consellería de Sanidade, seguida por la de Educación, con más del 20 por ciento, siendo los dos únicos departamentos que superan los 100 expedientes.

De las quejas tramitadas, 1.304 fueron admitidas, 883 fueron rechazadas por cuestiones de trámite y otras 93 se reenviaron al Defensor del Pueblo, por ser competencia de éste. Como anécdota, Benigno López explicó que recibieron más de un centenar de quejas manuscritas.

Asimismo, en la provincia de Lugo se dio la circunstancia de que el Ayuntamiento de Folgoso de Caurel, con 119 expedientes, presentó más quejas que la capital de provincia, en su mayoría relacionadas con las explotaciones mineras de la zona.

Finalmente, Benigno López destacó la "receptividad" por parte de las administraciones ante su labor, ya que sólo en dos ocasiones --Poio y Negreira-- el anterior responsable, José Manuel Vázquez Sande, nombró hostiles a sus alcaldes, mientras que el actual valedor no se vio "en necesidad de queja en este sentido".