La flamante autovía do Salnés, que se estrena el martes, soportó ayer un monumental atasco de tráfico que provocó la indignación de muchos conductores. A mediodía, cientos de turismos quedaron atrapados de camino a las playas y a las numerosas fiestas de la comarca en una de las jornadas más calurosas del presente verano. El atasco fue kilométrico desde la una a las tres de la tarde y afectó incluso a la zona de peaje de la autopista y la comarcal C-531 que confluyen en el inicio de un eje viario que lleva casi dos años en obras, a consecuencia de su desdoblamiento.

La conselleira María José Caride anunció el pasado viernes por la noche que pasado mañana, martes, por la mañana, se abrirán los cuatro carriles, dos en cada sentido, por lo que este fin de semana debería ser el último con tal caos circulatorio.

El mayor embotellamiento se registró en el peaje de la A-9, en Meis, pese a que la concesionaria habilitó las cuatro cabinas para dar salida al numeroso volumen de vehículos. Pese a que la medida aligeraba el cobro, el tapón se producía metros después al coincidir en un mismo carril los vehículos procedentes de esta vía de alta capacidad con los que venían de la carretera general. Los conductores tuvieron que sortear el embudo con el método conocido como "cremallera" pasando un vehículo de uno de los accesos y permitiendo la entrada del otro.

Superado este primer obstáculo, los vehículos accedían al vial de O Salnés para iniciar un recorrido de 17 kilómetros a cámara lenta y sin tener posibilidad alguna de adelantamiento, debido a la separación con conos de los dos carriles y la mediana de cemento que divide las dos plataformas.

La situación provocó que los coches circularan a un promedio de 15 o 20 kilómetros por hora, que unido al tiempo de espera en la primera cola causó que el viaje se retrasase hora y media.

Pese a que el colapso era previsible -ya lo hubo el pasado año por estas mismas fechas de celebraciones del Carmen- las autoridades volvieron a incidir en el error de no buscar alternativas. Usuarios de esta carretera manifestaron ayer su "indignación" con Tráfico no crear fórmulas para contrarrestar el embotellamiento.