I. Bascoy/M. Vázquez / Santiago

El sector hostelero y los municipios turísticos reaccionaron ayer por unanimidad en contra de la creación de un tributo para que los ayuntamientos incrementen sus ingresos fiscales y así puedan hacer frente al coste extra que supone el incremento de población en verano. Hay consistorios gallegos que multiplican con creces sus vecinos en épocas estivales y así se ven obligados a a reforzar el personal en sus servicios de limpieza y de policía, por ejemplo.

La Consellería de Innovación ultima el proyecto de Ley de Turismo de Galicia, y en esta futura normativa abre la puerta a que los municipios declarados turísticos, cuarenta en toda la comunidad, puedan, si así lo desean, establecer "tributos y recargos específicos" con los que conseguir financiación extra y que los servicios básicos no se resientan. El sector turístico teme que las nuevas tasas recaigan sobre sus espaldas, con gravámenes específicos sobre las infraestructuras hoteleras, o con tasas especiales por la recogida de basuras en bares, restaurantes y otros establecimientos. Por ello, ayer el presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia, Juan Silva, advertía que la aprobación de un nuevo impuesto "sería muy perjudicial para todos", pues, en su opinión, "el país y el sector no están" para asumir una nueva carga tributaria. "Los empresarios tienen un límite y el consumidor también, sobre todo con la competitividad turística que hay hoy en día", alertó Silva.

"Sería un empujón al vacío para las empresas hoteleras que ya tienen ahora dificultades para sobrevivir", remarcaba el portavoz de los hosteleros gallegos, quien también recordaba la polémica suscitada en 2002 con la creación por el Gobierno autonómico de Baleares de una ecotasa, que fue impulsada por el PSOE y luego eliminada por el PP, y que consistía en cobrar a los hoteles y apartamentos entre dos y 0,25 euros diarios por cada viajero de más de doce años que pernoctara en un establecimiento turístico de la comunidad. "Ahí está la historia. No tropecemos dos veces en la misma piedra", pedía Juan Silva, quien confía en que los ayuntamientos no acudan a la vía que propone la Consellería de Innovación.

"En todo el país se está incentivando el turismo, y aquí, en Galicia, quieren imponer nuevas tasas", se quejaba el portavoz de los hosteleros, para luego añadir: "Ya no nos pueden cambiar más leyes, primero la del tabaco, luego la de drogas y ahora ésta ... Están matando a un sector que podría tirar del carro en época de crisis".

Los hoteleros podrían estar de suerte. La propuesta lanzada por Innovación podría caer en saco roto, pues cuatro de los municipios turísticos más importantes de Galicia (Santiago, Sanxenxo, Baiona y O Grove) ya adelantaban ayer su negativa a crear tal tributo. Admiten que tienen dificultades económicas para financiar los servicios que exigen y generan los turistas (más seguridad, más limpieza, depuración de más aguas residuales, más socorristas, ...), pero se niegan a enfrentarse a los hoteleros de sus consistorios con una nueva tasa, y demandan al Estado, y también a la Xunta, que la financiación municipal tenga en cuenta sus peculiaridades y así puedan recibir recursos extra.