Si el dueño de una casa con renta antigua rehabilita la vivienda, la Xunta se compromete a "ayudas que permitan actualizar esa renta antigua hasta los niveles de renta de alquiler del mercado, con el límite máximo

señalado para el alquiler de vivienda protegida y atendiendo a la situación económica del inquilino". El objetivo de esta iniciativa es proteger al ciudadano que vive de alquiler del acoso inmobiliario, pero también ayudar al propietario que tiene propiedades de las que apenas obtiene beneficio y que quizás no acomete las obras necesarias por falta de recursos, explicó ayer Teresa Táboas.

La Ley de Vivienda será la primera en Galicia y en España que combata el mobbing inmobiliario, enfatizó la conselleira. Así el inquilino tendrá derecho a que el dueño le ofrezca otra casa de similares características y en la misma zona, mientras se acometen obras en el primer piso. Además tendrá derecho a volver a la primera vivienda tras la reforma, si no fue el culpable del deterioro.